ROSAMARINA GARCÍA MUNIVE
                                                                                 
                                                                                Escritora  e poeta peruana. Abogada egresada de la Universidad Nacional Mayor de San  Marcos. Estudios de Filosofía y Literatura. Profesora Honoris Causa por la  Akademie St. Lucas Antwerpewn de Tenerife, Canarias, España. Actual Diputada  del Parlamento Mundial para Seguridad y Paz. El Frente de Afirmación Hispanista  A,C. a cargo del prestigioso psicoanalista literario y literato Fredo Arias de  la Canal le ha publicado los poemarios: Evangelio de pieles y serpientes, 2004;  Eternidad Castalida, 2005; Simurg, 2007; y Epsilon, 2007; Sonetos y Malaras,  2008; Sonetos y Malaras, 2010. Primer premio internacional en el concurso  "Soneto a Mercedes Matamoros" y Segundo premio internacional en el concurso  "Soneto a Sor Juana Inés de la Cruz" otorgado por el Frente de Afirmación  Hispanista, año 2009.  Fuente de la  biografia: http://peglez.blogspot.com.br
                                                                                 
                                                                                TEXTOS  EN ESPAÑOL   -   TEXTOS EM PORTUGUÊS
                                                                                 
                                                                                MARCASTE  UNA RUTA PARA VER LA VIDA 
                                                                                 
                                                                                Marcaste  una ruta para ver la vida
                                                                                llenando  el vacío de mis manos
                                                                                como  una extraña manera de sentirme
                                                                                en  el torbellino de tus aguas
                                                                                donde  flota el cedro de tu altura
                                                                                 
                                                                                al  contacto de tu roce enmudezco
                                                                                no  sé si la vorágine de ser
                                                                                arrastra  ojeras en el cuerpo
                                                                                o  si viviendo en la premura
                                                                                sostengo  de espaldas tus silencios
                                                                                contra  el balance de tu ser
                                                                                destellos quemando mis ramajes
                                                                                 
                                                                                y  sigo estrujando tus brazos
                                                                                en  la dimensión revelada de los sentidos
                                                                                como  cuando los ríos moldean sus orillas
                                                                                arrebatadas  a la luz
                                                                                 
                                                                                y  me sumerjo dentro de tus aguas
                                                                                para  sentir mi piel despierta
                                                                                transpirando  amor en las burbujas
                                                                                de  la ilusión en soledad oblicua
                                                                                como  una manera extraña de sentirme
                                                                                flotando  en el cedro de tu altura.
                                                                                 
                                                                                         De Y el tiempo se hizo carne
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                SED SOBRE  UNA CRUZ DE ARENA
                                                                                 
                                                                                Tu  piel poema en mis latidos
                                                                                recaba  la sed de mi garganta
                                                                                sobre  oleajes
                                                                                de rosas marinas que se abren
                                                                                en  las grietas abrazadas de tus formas
                                                                                 
                                                                                como cirios desclavados de tu carne
                                                                                la  semilla de tu lluvia en desvarío
                                                                                muerde mi talle
                                                                                cercando  las bajuras
                                                                                de  la desnudez que dormía
                                                                                en  el cielo raso de mi alma
                                                                                 
                                                                                sed sobre una cruz de arena
                                                                                se  arrastra
                                                                                en  el alba confundida
                                                                                sobre  los pliegues de mi flor
                                                                                tejida  en la escala del mistério
                                                                                 
                                                                                -la  carne cruje
                                                                                en  la violencia de su encierro
                                                                                para entreabrir sus labios en la hoguera-
                                                                                 
                                                                                ¡pretende  beber irá sed
                                                                                sobre mis llagas  pobladas de sal!
                                                                                 
                                                                                         De Y el tiempo se hizo
                                                                                 
                                                                                TEXTOS  EM PORTUGUÊS
                                                                                Tradução:  Antonio Miranda
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                MARCASTE  UMA ROTA PARA VER A VIDA 
                                                                                 
                                                                                Marcaste  uma rota para ver a vida
                                                                                  enchendo o vazio de minhas mãos
                                                                                  como uma estranha maneira de sentir-me
                                                                                  no torvelinho de tuas águas              
                                                                                onde  flutua o cedro de tua altura.
                                                                                 
                                                                                no  contato com teu roce emudeço
                                                                                  não sei se a voragem de ser
                                                                                  arrastra olheiras no meu corpo
                                                                                  ou se vivendo em prontidão
                                                                                  sustento pelas costas teus silêncios
                                                                                  contra o balanço de teu ser
                                                                                  lampejos queimando minhas ramagens
                                                                                 
                                                                                e  sigo apertando teus braços
                                                                                  na dimensão revelada dos sentidos
                                                                                  como quando os rios modelam suas margens
                                                                                  arrebatadas à luz
                                                                                
                                                                                e  afundo dentro de tuas águas
                                                                                  para sentir minha pele acordada
                                                                                  transpirando amor em borbulhas
                                                                                  da ilusão na solidão obliqua
                                                                                  como uma forma estranha de sentir-me
                                                                                  flutuando no cedro de tua altura.
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                SEDE SOBRE  UMA CRUZ DE AREIA
                                                                                 
                                                                                Tua  pele poema em meu pulsar
                                                                                  reclama a sede de minha garganta
                                                                                  sobre marulhos
                                                                                  de rosas marinhas que se abrem
                                                                                nas  fendas abraçadas de tuas formas
                                                                                como círios de tua chuva em desvario
                                                                                morde  minha cintura
                                                                                  cercando as costas
                                                                                  da desnudez que dormia
                                                                                  no céu raso de minha alma
                                                                                
                                                                                a sede sobre a cruz de areia
                                                                                  arrastrando-se
                                                                                  pela aurora confunida
                                                                                  sobre os dobras de minha flor
                                                                                  tecida na escala do mistério
                                                                                 
                                                                                —  a carne range
                                                                                  pela violência de seu encerro
                                                                                  para entreabrir seus lábios na fogueira —
  
                                                                                  pretende beber irá sede
                                                                                    sobre minhas chagas povoadas de sal!
                                                                                 
                                                                                
                                                                                  
                                                                                TEXTOS EM ESPAÑOL
                                                                                 
                                                                                
                                                                                GARCÍA MUNIVE, Rosamarina. Sombra  de Eros.  Ciudad de México: Frente de Afirmación Hispanista, A.C.,  2023.74 p.  
                                                                                 
                                                                                OS LIBERTAN  DEL YUGO LAS PALABRAS
                                                                                  
                                                                                  El sueño ansí soñado con palabras
                                                                                    en ínsulas arcaicas de la mente,
                                                                                    más allá de las formas, sutilmente
                                                                                    os libertan del yugo, las palabras.
                                                                                 
                                                                                Si en gema de cristales  cielos labras
                                                                                  e tiempo de existir es aparente,
                                                                                  y en azar de conjunto, diferente
                                                                                  fluido do transitan las palabras.
  
                                                                                  Y sangra la palabra que persigo
                                                                                  y sangra, tan veloz, si yo la sigo
                                                                                  en desta sed flagrante, pervertida.
  
                                                                                  —El sueño ansí soñado, se desdobla
                                                                                  en espiral azul cuando redobla
                                                                                  inédito bosquejo de la VIDA. 
  
  
  
                                                                                  EN FUEGO DE COLORES SE  ADVERTÍA
                                                                                    
                                                                                    En silábico viento Luz hervía
                                                                                      esencia desbrozando su estructura.
                                                                                      Guarismo de cristal, fuego escritura
                                                                                      en cero de niebla, primer día.
  
                                                                                      Estepa del principio conocía
                                                                                      del éter nube clara, gris natura,
                                                                                      más la Vida al arder en propia altura
                                                                                      al nacer de sí misma se partía.
  
                                                                                      — Y en gloria cervantina la locura,
                                                                                      libérrimo placer, no tiene cura
                                                                                      a beber de su cáliz os convido
  
                                                                                      – Estepa del principio, hondo abismo
                                                                                      exilio en llaga viva de lo mismo
                                                                                      en regresión perpetua, sin olvido — 
                                                                                       
                                                                                TEXTOS EM PORTUGUÊS
                                                                                  Tradução de ANTONIO MIRANDA
                                                                                  
                                                                                
                                                                                 
                                                                                LIBERTAM-NOS DO JUGO AS PALAVRAS
                                                                                  
                                                                                  O  sonho então sonhado com palavras
                                                                                    em ínsulas arcaicas da mente,
                                                                                    além das formas, sutilmente
                                                                                    os libertam do jugo, as palavras.
                                                                                Se em gema de cristais céus lavras
                                                                                  o tempo de existir é aparente,
                                                                                  e ao acaso do conjunto, diferente
                                                                                  no fluído dele transitam as palavras.
  
                                                                                  E sangra a palavra que persigo
                                                                                  e sangra, tão veloz, se eu a sigo
                                                                                  nesta sede flagrante, pervertida.
  
                                                                                  —O sonho assim sonhado, se desdobra
                                                                                  em espiral azul quando redobra
                                                                                  inédito em esboço da VIDA.  
                                                                                 
                                                                                NO FOGO DAS CORES SE AVISAVA
                                                                                  
                                                                                  Em  silábico vento Luz fervia
                                                                                    essência compensando sua estrutura.
                                                                                    Numeral de cristal, fogo escritura
                                                                                    em zero de névoa, primeiro dia.
  
                                                                                    Estepe do princípio conhecia
                                                                                    do éter nuvem clara, cinzenta natura,
                                                                                    mas a Vida ao arder em própria altura
                                                                                    ao nascer de si mesma se partia.
  
                                                                                    — E em glória cervantina1 a loucura,
                                                                                      em livre prazer, não tem cura
                                                                                      ao beber de seu cálice os convido
  
                                                                                      – Estepe do princípio, fundo abismo
                                                                                      exílio em chaga viva do mesmo
                                                                                      em regressão perpétua, não esquecido —
                                                                                 
                                                                                
                                                                                  - Cerventina = como o poeta eromancista Miguel  de Cervantes (1547-1618). 
 
                                                                                
                                                                                *
                                                                                Página  ampliada e republicada em dezembro de 2024
 
                                                                                 
                                                                                          
                                                                                Página  publicada em junho de 2017