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 CARLOS ENRIQUE UNGO     El poeta nació en El Salvador. Salió de su país por  razones políticas al principio de los años 80 y desde entonces reside en  Panamá.   Los poemas presentados aquí  han sido extraídos de la antología ENTRESIGLOS  2 – selección de poesía  contemporánea. Montevideo: Bianchi editores; Brasilia: Edições Pilar, 2002.  330 p, cedidos gentilmente por Nina Reis y el  Movimento aBrace.      TEXTOS  EN ESPAÑOL  /  TEXTOS EM PORTUGUÊS     A PESAR DE TODO   He sido despojado de la luz y  la sonrisa y avanzo lentamente buscando un futuro que no me  pertenece pero que me aguarda  a pesar de todo. 
                            DESPEDIDAS   No desperdicies tu noche el puño desafiante de mi odio.   Retrocede  y llévate contigo los poemas  de amor las miradas las caricias los secretos compartidos a voces y en  silencio.   Déjame completar el ritual del  condenado y compartir con aquellos                             los ausentes ese futuro que exige con  premura                                      su cuota de presente. Déjame ofrecer este último  poema con la cara al sol                   y sonriente para que luego con el fusil al hombro y el  odio en un bolsillo me apreste a afinar la  puntería.     LA ESPERANZA    Ella siempre ha estado allí acurrucadita entre nosotros escondida y en silencio como  niña traviesa al acecho solamente y ansiosa porque la descubra.     TEXTOS EM PORTUGUÊS Tradução  de Antonio Miranda     APESAR DE TUDO   Fui despojado da luz e do sorriso e avanço lentamente buscando um futuro que não me  pertence mas que me aguarda apesar de tudo.     
                        DESPEDIDAS   No desperdices tua noite O punho desafiante de meu ódio.   Retrocede  e leva contigo os poemas de amor as miradas as carícias os segredos  compartilhados com vozes e em silêncio.   Deixe-me completar o ritual do  condenado e compartilhar com aqueles                             os ausentes esse futuro que exige com urgência                                       sua  quota de presente. Deixe-me oferecer este último  poema com a face para o sol                   e  sorridente para que logo com o fuzil no ombro e ódio no  bolso me apresse em afinar a pontaria.     A ESPERANÇA   Ela sempre esteve aí encolhida entre nós escondida e em silêncio como  menina travessa tão somente à espreita e ansiosa para ser descoberta.      
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