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                   OTTO RENÉ CASTILLO 
                    (1936-1967) 
                     
                     
                  Otto René Castillo (Quezaltenango, 25  de abril de 1936– 23 de marzo de 1967) fue un poeta, activista y combatiente  guerrillero guatemalteco. 
                    Se graduó de bachiller en 1953 en el Instituto Nacional Central para Varones,  en donde pertenecía a la agrupación estudiantil que se llamaba Alianza de la  Juventud Democrática y que trabajaba con la República Escolar Normalista de la  Escuela Normal para Varones y que era una forma de autogobierno que le daba  vida a las escuelas públicas de la secundaria durante el gobierno de Jacobo  Arbenz; también estaba afiliado al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). 
                  En 1954, debido a su oposición al  golpe de Estado contra el gobierno de Arbenz, salió exiliado hacia El Salvador  donde trabajó en varios oficios.2 Regresó a su país cuatro años después y  estudió Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Tras un año de  brillante desenvolvimiento académico, partió a la República Democrática  AlemanaNota 3 donde obtuvo una beca para estudiar letras, la cual abandonó para  integrarse a un grupo de cineastas que filmaban los levantamientos populares de  la época.  
                  Una vez más retornó a Guatemala en  1964, pero nuevamente fue exiliado el año siguiente. No obstante,  organizaciones políticas le nombran representante de su país en el Comité  Organizador del Festival Mundial de la Juventud y tuvo la oportunidad de viajar  por diferentes partes del mundo.  
                  En 1966 volvió a su Guatemala e  integró la guerrilla de las Fuerzas Armadas Rebeldes; negándose a permanecer en  un refugio en la Ciudad de Guatemala estuvo con los combatientes de la Sierra  de las Minas donde se dedicaba a preparar obras de teatro que los combatientes  representaban ante los campesinos del área para hacerles llegar el mensaje de  la guerrilla. Asimismo, dado que las fuerzas guerrilleras de ese entonces  estaban integradas por jóvenes rebeldes, varios de los cuales provenían de las  filas del ejército y otros eran estudiantes de secundaria o de la universidad  nacional y dos profesionales (economista y antropólogo), las mismas carecían de  sustento ideológico, por lo que cuando Castillo ingresó a las filas del  movimiento, le asignaron la formación de los combatientes en los conceptos  teóricos del marxismo. 
                  Tras un combate en el que su unidad  fue desbandada y su comandante huyó dejando a los combatientes abandonados, fue  capturado por fuerzas gubernamentales al mando del coronel Carlos Arana Osorio  el 19 de marzo de 1967.1 Castillo fue torturado brutalmenteNota 5 y murió  quemado vivo junto a otros trece colaboradores de la insurgencia, incluyendo a  su compañera sentimental, Nora Paiz Cárcamo. 
                    
                  TEXTOS EM ESPAÑOL   -    TEXTOS EM PORTUGUÊS 
  
                  EL SABOR DE LA SAL 
                  En mí 
                    se está muriendo 
                    esta tarde 
                    tu espalda, 
                    mi triste  
                    fugitiva. 
                    Nunca como ahora, 
                    se apaga 
                    en mis ojos, 
                    la ola de tu rostro. 
                    Nunca como ahora 
                    vamos girando, 
                    huyendo tú 
                    de mi boca, 
                    mi boca huyendo 
                    de tu espalda, 
                    aproximandonos 
                    a la ceniza 
                    del último beso. 
                    Ahora y alo sé, 
                    amor mío. 
                    El primer beso es Dulce 
                    y tiene un temblor celeste. 
                    El último es gris 
                    y tiene um sabor tan sal, 
                    qué nunca como ahoraaaa 
                    me dolerá 
                    estar solo conmigo, 
                    asistiendo 
                    a la muerte 
                    de tu espalda tan bella. 
                    
                  EL GRAN ESTAFADO 
                  Uno es perde, 
                    a veces, 
                    en el fondo 
                    de una mujer 
                    y no vuelve 
                    a encontrarse 
                    jamás. 
                  Uno se marcha 
                    luego por el mundo 
                    incompleto de sí, 
                    completo solo 
                    de su silencio. 
                  A veces 
                    en un bar 
                    tomando coñac 
                    y oyendo 
                    tristes blues, 
                    se acerca alguien 
                    que nos recuerda 
                    a la mujer 
                    donde nos hemos 
                    perdido. 
                    Y su compañía 
                    nos deja más solos 
                    que nunca. 
                  Uno se bebe 
                    su coñac 
                    y se va luego. 
                    Sin que nadie 
                    lo entienda. 
                    Porque se marcha 
                    sonriendo. 
                    Si al menos 
                    estuviera triste. 
                    Si sufriera 
                    almenos, 
                    se murmura. 
                  Uno se sale 
                    por la puerta del fondo, 
                    porque se considera 
                    el gran estafado, 
                    cuando en realidade 
                    sólo se há perdido 
                    em el fondo complejo 
                    de una mujer, 
                    que ni siquiera 
                    se ha ido, 
                    sino que sólo 
                    nos há dejado marchar. 
                  En realidad 
                    no nos há entendido. 
                    Nos gusta que nos digan, 
                    como a los niños solitarios: 
  “No te vayas. Quédate aún. 
                    Es todavía tan temprano...” 
                  Eso hace tan  importante 
                    nuestros besos, 
                    que no cae víctima 
                    de su propia importancia. 
                    Uno es así cuando está solo. 
                    Copado de sí hasta los bordes. 
                  Uno necesita que  alguien 
                    de verdad lo necesite, 
                    y como nadie lo llama, 
                    para que uno no se vaya, 
                    entonces uno se perde 
                    en el fondo de una mujer, 
                    que luego también se marcha, 
                    creyendo que nos hemos aburrido 
                    de besar sus lábios y mirar su alma. 
                  Es todo tan complejo 
                    que, a veces, pienso 
                    con envidia 
                    en los enamorados sencillos, 
                    que unidos por las manos 
                    y los labios, 
                    no conocen aún 
                    la soledad del cuerpo. 
                  Uno se perde, 
                    a veces, 
                    en el fondo 
                    de una mujer, 
                    que luego se va, 
                    cuando uno se ha ido. 
                  Y ya no nos volvemos 
                    a encontrar. 
                  Porque uno se queda 
                    solo consigo, 
                    para siempre, 
                    el gran estafado, 
                    que debe beber coñac 
                    y estar muy triste, 
                    para cumplir 
                    su ronca tarea 
                    de vivir. 
                    
                  VIUDO DE MUNDO 
                  Companeros míos, 
                    yo cumplo mi papel 
                    luchando 
                    con lo mejor que tengo. 
                    Qué lástima que que tuviera 
                    vida tan pequena, 
                    para tragédia tan grande 
                    y para tanto trabajo. 
                  No me apenas dejaros. 
                    Con vosotros queda mi esperanza. 
                  Sabéis, 
                    me hubiera gustado 
                    llegar hasta el final 
                    de todos estos ejetreos 
                    con vosotros, 
                    en meio de júbilo 
                    tan alto. Lo imagino 
                    y no quisiera marcharme. 
                    Pero lo sé, oscuramente 
                    me lo dice la sangre 
                    con su tímida avoz, 
                    que muy pronto 
                    quedaré viudo de mundo.   
                    
                  TEXTOS  EM PORTUGUÊS 
                  Tradução: Antonio Miranda 
                    
                  O SABOR DO SAL 
                  Em mim 
                    está morrendo 
                    esta tarde 
                    tua espalda, 
                    minha triste 
                    fugitiva. 
                    Nunca como agora 
                    se apaga 
                    em meus olhos 
                    a onda de teu rosto. 
                    Nunca como agora 
                    vamos virando, 
                    tu fugindo 
                    de minha boca, 
                    minha boca fugindo 
                    de tua espalda, 
                    aproximando-nos 
                    da cinza 
                    do último beijo. 
                    Agora eu já sei, 
                    amor meu. 
                    O primeiro beijo é doce 
                    e tem um tremor celeste. 
                    O último é cinzento 
                    e tem um sabor tão salgado, 
                    que nunca como agora 
                    vai me doer 
                    estar sozinho, 
                    assistindo 
                    a morte 
                  de tua espalda tão bela.  
                   
                   
                  O GRANDE USURPADO 
                  A gente se perde, 
  às vezes, 
                    no fundo 
                    de uma mulher 
                    e não volta 
                    a encontrar-se 
                    jamais. 
   
                    A gente vai embora 
                    pelo mundo 
                    incompleto de si, 
                    completo apenas 
                    de seu silêncio. 
                  Às vezes 
                    em um bar 
                    tomando conhaque 
                    e ouvindo 
   
                    tristes blues, 
                    aproxima-se alguém 
                    que relembra 
                    aquela mulher 
                    em que nos 
                    perdemos. 
                    E sua companhia 
                    nos deixa ainda mais sós 
                    do que nunca. 
                  A gente bene 
                    o conhaque 
                    e logo se vai. 
                    Sem que ninguém 
                    entenda. 
                    Porque se vai 
                    sorrindo. 
                    Se pelo menos 
                    estivesse trisse. 
                    Se sofresse 
                    pelo menos, 
                    se murmurasse. 
                  A gente se vai 
                    pela porta dos fundos, 
                    porque que se considera 
                    o grande usurpado, 
                    quando em verdade 
                    apenas se perdeu 
                    no fundo complicado 
                    de uma mulher, 
                    que nem  
                    se foi, 
                    senão que apenas 
                    nos deixou sair. 
                  Na realidade 
                    não nos entendeu. 
                    Queremos que nos digam, 
                    como aos meninos solitários: 
  “Não vá embora. Fica um pouco. 
  É ainda muito cedo...” 
                  Isso torna tão importante 
                    nossos beijos, 
                    que a gente vira uma vítima 
                    de sua própria importância. 
                    A gente é assim quando está só. 
                    Cheio de si até os limites. 
                  A gente necessita que alguém 
                    de verdade o queira 
                    e como ninguém o procura, 
                    para que a gente não se vá, 
                    então a gente se perde 
                    no fundo de uma mulher, 
                    que logo também se vai, 
                    crendo que estamos cansados 
                    de beijar seus lábios e olhar sua alma. 
                  É tudo tão complicado 
                    que, às vezes, penso 
                    com inveja 
                    dos enamorados simples, 
                    que de mãos dadas 
                    e os lábios, 
                    não conhecem ainda 
                    a solidão do corpo. 
                  A gente se perde, 
  às vezes, 
                    no fundo 
                    de uma mulher, 
                    que logo se vai, 
                    quando a gente se foi. 
                  E já não voltamos 
                    a nos encontrar. 
                  Porque a gente fica 
                    sozinho consigo mesmo, 
                    para sempre, 
                    o grande usurpado, 
                    que deve beber conhaque, 
                    e estar muito triste, 
                    para cumprir 
                    seu dever ronco 
                    de viver. 
                   
            VIUVO DE MUNDO 
                            Companheiros  meus, 
            eu  compro meu papel 
            lutando 
            com  o melhor que possa. 
            Que  lástima que tivesse 
            vida  tão pequena, 
            para  tragédia tão grande 
            e  para tanto trabalho. 
                            Não  me importa deixar-vos. 
            Sabeis, 
            gostaria  de ter chegado 
            até  o fim 
            de  todas essas atividades 
            com  vos, 
            em  meio ao júbilo 
            tão  grande. Eu imagino 
            e  não gostaria de partir. 
            Mas  eu sei, obscuramente 
            me  revela o sangue 
            com  sua tímida voz, 
            que  em breve 
            ficarei  viúvo de mundo. 
                    
                  Página  publicada em outubro de 2015. 
                   
                
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