| 
                   ALEJANDRA SOLÓRZANO  
                    
                  (Guatemala-Costa Rica 1980) Poeta, actriz y gestora  cultural. Libro de poesía "De vez en cuando hablo con ella"  Guatemala 2006. Ha participado en festivales  nacionales e internacionales de poesía. Egresó de la licenciatura en filosofía  y actualmente estudia una maestría en filosofía académica en la Universidad de  Costa Rica. Reside en Costa Rica desde el año 2007. 
                    
                  TEXTOS  EN ESPAÑOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    Tradução: Cristiano Grando 
                    
                    
                  Malitzín  Tenépatl  
                    
                  Seré obsequiada al señor Quetzalcóatl 
                  Seré obsequiada a los señores de Mayab 
                  Seré obsequiada al foráneo Hernán Cortez 
                  Seré obsequiada al capitán Alonso Hernández Portocarrero 
                  Seré obsequiada al hidalgo Juan Jaramillo 
                  Seré obsequiada a Diego Rivera 
                  Seré obsequiada a los historiadores 
                  Filólogos 
                  Políticos. 
                    
                  A cada boca seré un obsequio 
                  cuando me llamen  
                    
                  Malinche 
                  para decir 
                    
                  vendida 
                  traidora 
                  servil 
                  interesada 
                  puta 
                    
                  Seré un obsequio 
                  hoy 
                  mañana 
                  y los días venideros 
                  siempre a la víspera  
                  de no ser un obsequio 
                  y antes de presentarme ante mi última dueña: 
                  Nan Kemé 
                  Nanita Muerte. 
                    
                    
                    
                  Evelyn  McHale 
                    
                  Derribé mi cuerpo 
                  mi rostro 
                  perfectamente maquillado  
                  desde el Empire State 
                  junto a las fotos de familia 
                  que guardé 
                  en mi cartera de sobre 
                  antes de partir 
                    
                  Una perla  
                  cada palabra 
                  alrededor de mi escote 
                  guardaba para vos su ecuación 
                  la frecuencia de su propia caída 
                  sobre mi pecho 
                    
                  En mis piernas  
                  queda la caligrafía de tus cartas  
                  un sello 
                  que mi peso y la gravedad  
                  desprenden de la piel 
                  a medida que se desploma 
                  sorda y violenta  
                  como bien sabe hacerlo la lluvia  
                    
                  La  vida es eso amor 
                    
                  Una caída 
                    
                  Aferrarme al collar de perlas 
                  con una mano   
                  donde mi esencia reside 
                  y sostenerme de él antes del salto 
                  con la ciudad a los pies. 
                    
                  La vida es eso amor 
                    
                  Una caída 
                    
                  La dedicatoria detrás de las fotografías 
                  una inscripción que te salve 
                                                             -no  a mí- 
                  desde el piso 86 
                  de lo que alguna vez seremos. 
                    
                    
                    
                  Euclides 
                    
                  Una mujer  
                  estudia la geometría, 
                  la distancia más corta  
                  entre un cuerpo y el suyo 
                  el trazo de una paralela  
                  con que dos bocas  
                  dibujan una conversación al infinito 
                    
                  Mide 
                                          -una a una- 
                  las formas del temor 
                  la velocidad y la fuerza 
                  con la que se hace girar el corazón 
                  como un derviche 
                    
                  Una mujer 
                  aferra a su pecho un astrolabio 
                  y estudia el sueño, 
                  como un eje sereno 
                  y meditabundo 
                  sobre el abismo de una sábana 
                    
                  El tiempo  
                  a veces  
                  ofrece un insecto bello y desvanecido 
                  o cualquier objeto habitable 
                  de una cifra sagrada 
                  El misterio 
                  es refugio y arpón 
                  para la fría desnudez de un cuerpo 
                    
                  Solo 
                    
                  Un cuerpo se pregunta 
                  Un cuerpo quizá reza 
                  por el eco, el impacto 
                                         el sentido 
                  que ocasionó otro cuerpo sobre el suyo. 
                    
                    
                    
                  Impresiones   
                    
                  Esta tarde llueve violenta 
                  y la luna está agresiva. 
                  No existe ahora esa simpatía entre naturaleza y  nosotras 
                  de la que Hume nos habló. 
                    
                  Solo existe su boca que se mueve 
                  en mi memoria, 
                  lo mismo que el sueño detenido a las cinco de la  mañana 
                  mientras lo veo  
                  como en una película muda 
                  y sin subtítulos contar el final de esta historia. 
                    
                  Sus labios liberaban verdades abstractas. 
                  Te llamo para advertirte sobre estas horas 
                  para decirte que en una esquina de la cama 
                  la luna nos acecha a mí y a mi gata 
                    
                    
                  Te hablo para que no se disipe tu mirada 
                  Y rezo: 
                    
                  Las impresiones son el primer contacto 
                  Las impresiones son el primer contacto 
                    
                  Esta subjetividad que mueve a plenitud la razón, 
                  la pasión que potencia la razón. 
                    
                    
                  Mi emotividad  
                                                -desbocada  y sorda- 
                  resaltaba desde la esquina de la cama, 
                  el color, la realidad de la colina. 
                    
                    
                  La tormenta en esta esquina 
                  es tan solo una sensación 
                  es tan solo una sensación 
                    
                  Una pequeña pieza del enigma 
                  un perturbado camafeo del conocimiento. 
                    
                  Habría apostado mis manos 
                  a que la tarde, madrugada o noche 
                  eras vos.  
                    
                    
                  Es cierto que hablé de Kant 
                  Del criticismo 
                  De un muchacho que se enamoró del tiempo 
                  Tañendo hipnotizado el campanario de Messkirch 
                    
                  Es cierto 
                  Que invertí en cada minuto 
                  Disimular el temblor de mis manos 
                  Hablando de Giordano 
                  Y del fuego  
                  Que atizó la noche y su cuerpo. 
                    
                  Hablé de mi niñez 
                  De los viajes 
                  De mi padre 
                  De un tiburón de agua dulce 
                  Perdiéndome  
                  Entre las luces del Herediano. 
                    
                  Es cierto 
                  También 
                  Que no volveremos a vernos 
                  Y que frecuentemente  
                  Despertaremos con sobresalto 
                  En medio de la noche 
                    
                    
                  Inaugurando recuerdos 
                                         bailando  solos 
                  hacia el centro de esa extraña fiesta 
                  desde donde hemos llegado todos, 
                    
                  temible 
                  infancia del dolor. 
                    
                    
                  
                  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                  Tradução: Cristiane Grando 
                    
                  Malitzín  Tenépatl 
                    
                  Serei presenteada ao senhor Quetzalcóatl  
                  Serei presenteada aos senhores de Mayab 
                  Serei presenteada ao forâneo Hernán Cortez  
                  Serei presenteada ao capitão Alonso Hernández  Portocarrero 
                  Serei presenteada ao fidalgo Juan Jaramillo 
                  Serei presenteada a Diego Rivera 
                  Serei presenteada aos historiadores 
                  Filósofos 
                  Políticos. 
                    
                  Em cada boca serei um obséquio  
                  quando me chamem 
                  Malinche 
                  para dizer 
                  vendida 
                  traidora 
                  servil 
                  interesseira 
                  puta 
                    
                  Serei um obséquio 
                  hoje  
                  amanhã 
                  e nos dias vindouros 
                  sempre às vésperas 
                  de não ser um obséquio 
                  e antes de me apresentar ante minha última dona: 
                  Nan Kemé 
                  Naninha Morte.  
                    
                    
                    
                  Evelyn McHale 
                    
                  Derrubei o  meu corpo 
                    o meu rosto 
                    perfeitamente maquiado  
                    do Empire State 
                    junto das fotos de família 
                    que guardei 
                    em minha carteira 
                    antes de partir 
                    
                  Uma  pérola  
                    cada palavra 
                    em torno do meu decote 
                    guardava para ti a sua equação 
                    a frequência da sua própria queda 
                    sobre o meu peito 
                    
                  Em minhas  pernas  
                    fica a caligrafia das tuas cartas  
                    um carimbo 
                    que o meu peso e a gravidade  
                    desprendem da pele 
  à medida que se esfola 
                    surda e violenta  
                  como bem sabe  fazê-lo a chuva  
                    
                  A vida é isso amor 
                    
                  Uma queda 
                    
                  Agarrar-me ao  colar de pérolas 
                    com a mão  
                    onde a minha essência reside 
                    e soltá-lo antes do salto 
                    com a cidade aos pés. 
                    
                  A vida é isso  amor 
                    
                  Uma queda 
                    
                  A dedicatória  detrás das fotografias 
                  uma inscrição  que te salve 
                                              - não a mim - 
                    do andar 86 
                    do que alguma vez seremos. 
                    
                    
                    
                    
                  Euclides 
                    
                  Uma mulher  
                  estuda a  geometria, 
                  a distância  mais curta  
                  entre um  corpo e o seu 
                  o traço de  uma paralela  
                  com a qual  duas bocas  
                  desenham uma  conversa ao infinito 
                    
                  Mede 
                                         - uma a uma - 
                  as formas do  temor 
                  a velocidade  e a força 
                  com a que se  faz girar o coração 
                  como um  daroês 
                    
                  Uma mulher 
                  aperta  contra o seu peito um astrolábio 
                  e estuda o  sonho, 
                  como um eixo  sereno 
                  e meditativo 
                  sobre o  abismo de um lençol 
                    
                  O tempo  
                  às vezes  
                  oferece um  inseto belo e impreciso 
                  ou qualquer  objeto habitável 
                  de uma cifra  sagrada 
                  O mistério 
                  é refúgio e  arpão 
                  para a fria  nudez de um corpo 
                    
                  Só 
                    
                  Um corpo se  pergunta 
                  Um corpo  talvez reze 
                  pelo eco,  pelo impacto 
                  pelo sentido 
                  que  ocasionou outro corpo sobre o seu. 
                    
                    
                  Impressões 
                    
                  Esta tarde  chove violenta 
                  e a lua está  agressiva. 
                  Não existe  agora essa simpatia entre a natureza e nós mulheres 
                  da que Hume  nos falou. 
                    
                  Só existe  sua boca que se move 
                  em minha  memória, 
                  o mesmo que  o sonho detido às cinco da manhã 
                  enquanto o  vejo  
                  como num  filme mudo 
                  e sem  legendas contar o final desta história. 
                    
                  O seus  lábios liberavam verdades abstratas. 
                  Te chamo  para te advertir sobre estas horas 
                  para te  dizer que numa esquina da cama 
                  a lua se  acerca a mim e à minha gata 
                    
                    
                  Te falo para  que não se dissipe o teu olhar 
                  E rezo: 
                    
                  As impressões são o primeiro contato 
                  As impressões são o primeiro contato 
                    
                  Esta  subjetividade que move à plenitude a razão, 
                  a paixão que  potencia a razão. 
                    
                    
                  A minha  emotividade 
                  -  desbocada e surda - 
                  sobressaía  da esquina da cama, 
                  a cor, a  realidade da colina. 
                    
                    
                  A tormenta  nesta esquina 
                  é somente uma sensação 
                  é somente uma sensação 
                    
                  Uma pequena  peça do enigma 
                  um  perturbado camafeu do conhecimento. 
                    
                  Haveria  apostado as minhas mãos 
                  que à tarde,  de madrugada ou de noite 
                  eras tu.  
                    
                    
                  É verdade  que falei de Kant 
                  Do  criticismo 
                  De um rapaz  que se apaixonou pelo tempo 
                  Dobrando  hipnotizado o campanário de Messkirch 
                    
                  É verdade  
                  Que investi  em cada minuto 
                  Para  dissimular o tremor das minhas mãos 
                  Falando de  Giordano 
                  E do fogo  
                  Que atiçou a  noite e o seu corpo. 
                    
                  Falei da  minha infância 
                  Das viagens 
                  Do meu pai 
                  De um  tubarão de água doce 
                  Perdendo-me 
                  Entre as  luzes do Herediano. 
                    
                  É verdade 
                  Também 
                  Que não  voltaremos a nos ver 
                  E que  frequentemente  
                  Despertaremos  com sobressalto 
                  No meio da  noite 
                    
                    
                  Inaugurando  recordações 
                  dançando  sozinhos 
                  até o centro  desta rara festa 
                  de onde  temos chegado todos, 
                    
                  temível 
                  infância da  dor. 
                    
                    
                    
                  (sem título) 
                    
                  Na Praça do  Centro 
                  Há uma  estátua de sal 
                    
                    
                  O vento, 
                  - Nada mais  que o vento - lhe faz justiça, 
                    
                  Por acaso  alguém mais sabe de amor? 
                    
                    
                  Página publicada em março de 2015 
                
  |