| 
 
 CARLOS  ERNESTO GARCÍA     Nació en  Santa Tecla (El Salvador), 1960.  
 Escritor, poeta y corresponsal de  prensa en España. Autor de los libros de poesía Hasta la cólera se pudre (Barcelona, 1994) que ese mismo año  aparecería en Nueva York bajo el título Even  rage will rot en traducción al inglés a cargo de la Dr. Elizabeth Gamble  Miller y A quemarropa el amor (Barcelona, 1996). Es autor también del libro de viaje  en tono novelado, El Sueño del Dragón (Barcelona,  2003), en la que narra su viaje en solitario a lo largo del río Yangsé así como  del reportaje Bajo la Sombra de Sandino (Barcelona,  2007) basado en una serie de entrevistas a varios ex comandantes del Frente  Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), entre los que es de destacar la  figura del ya mítico Edén Pastora; el poemario La maleta en el desván (inédito),  también traducido ya al inglés por la Dr.   Elizabeth Gamble Miller bajo el título The Suitcase in the Attic  y  de la antología de poesía salvadoreña Cuscatlán  hora cero (Inédita).    Con motivo de su visita a los  Estados Unidos, Carlos Ernesto García fue invitado por la prestigiosa American Literary Transaltors Association (ALTA) que celebraba a finales de 2007 su 30º Conferencia Nacional, oportunidad  que el poeta aprovechó para presentar su trabajo literario en la Universidad Metodista  de Dallas y el Centro de la Paz  de la misma ciudad, actividades que combinó con su visita al memorial de John Fitzgerald Kennedy, donde depositó un ramo de 14 rosas, momento íntimo que fuera recogido  en exclusiva por la cadena Univisión, quien lo emitió en los Estados Unidos al  final de su noticiero.   En la actualidad Carlos Ernesto  García, escribe un libro de relatos y trabaja en varios proyectos de novela; es  corresponsal en España del rotativo Diario Co Latino y del semanario Contrapunto, además de colaborar de  manera habitual con otros medios de prensa. Desde finales del 2004 es director de la productora cultural C&Duke,  con sede en Barcelona, que ha producido entre otras, la exposición itinerante Escoles d’altres mons (Escuelas de otros  mundos) del fotoperiodista Kim Manresa, de la que a finales de 2007 editó  el libro bajo el mismo título, edición que recoge la participación de  80 escritores de más de 30 países, entre  ellos 10 Premios Nobel de Literatura, quienes han realizado de su puño y letra,  breves manuscritos al pie de cada una de las 80 imágenes que conforman la  muestra en blanco y negro, de la que Carlos Ernesto es asimismo su comisario. Desde  finales de 1980 vive en Barcelona, desde donde, invitado por diversas entidades  culturales y académicas ha visitado varias ciudades de América Latina, Europa y  Asia. Su poesía ha sido traducida al inglés, chino e italiano.      TEXTOS  EN ESPAÑOL  -   TEXTOS EM PORTUGUÊS     LA  MALETA EN EL DESVÁN (Selección de 5 poemas) ©Carlos  Ernesto García     LA CIUDAD DE LA   MUERTE   Recorre la mirada un  vasto territorio hasta dar con el río  Jordán.   No resulta difícil ver  al anciano Moisés vagando perdido  durante cuarenta años  con  todo un pueblo a sus espaldas. Descalzos sobre la  tierra roja. La que lleva a los  nabateos. El lugar donde habita  la tribu de Nébáyót. La ciudad de los  muertos: Petra.   Siento la presencia  de los cadáveres  corrompiéndose   en lo alto de las  montañas  que rodean la  explanada.   Cuerpos amortajados  dentro de cuevas que los siglos se  encargaron de convertir  en hogares de humildes  comerciantes  que ahora venden  alfombras     tejidas por las manos de sus antepasados.       LA MÁGICA FLORENCIA     Entre el añejo rojo de los tejados    surge con su magia la cúpula del Duomo.   La lluvia que no cesa   me conduce hasta el ponte vequio   donde las jóvenes quieren ser Beatrice.     Recorro las calles y plazas.   Imagino a los mercaderes.   A los soldados conduciéndose a la guerra   con sus armaduras de lata.   A Rafaelo y a Brunelleschi camino del  trabajo.   Florencia en otro tiempo capital.   Ciudad de los ricos banqueros del  renacimiento.     Lo que daría yo   por echarme un trago de chaparro       en  un vaso precioso de los Medici.       CAÑONES  OCIOSOS       Vagamos por el Mediterráneo   mientras el cielo   se incendia en el horizonte   dando paso a la oscuridad   que suave y callada   se impone en el firmamento.     Desde las orillas   los pueblos costeros   amables saludan   con sus millares de luciérnagas.     En las profundidades de este mar   pedazos de galeones descansan   con hermosos mascarones de proa.   Un   inmenso y desolado cementerio   de soberbios destructores   de cañones ociosos.   Submarinos que guardan inmóvil   ya sólo el uniforme y los restos   del aguerrido soldado   en su puesto de combate.     El oleaje arrastra quizá   astillas de embarcaciones aqueas   que sucumbieron a la tormenta   o a la batalla.               LAS  MONTAÑAS DE FENGDU     En las montañas de Fengdu   me dispongo a cruzar    el puente colgante    reservado para los muertos.     Abajo se escucha   el relinchar del río Changjiang   que con sus aguas turbulentas    corre como un caballo furioso.     Una anciana    que sostiene entre sus manos   un cuenco de madera   me invita a tomar de un líquido    que me ayudará en el más allá   a olvidar el pasado.       DESFILE MILITAR     Una mañana cualquiera.   Aburridos   bajo el aplastante sol del trópico.   Agotando insaciables    nuestros cigarrillos   de marca barata.   Sentados como de costumbre    sobre los escalones de cemento   que dan a la vieja iglesia del pueblo.   Nos entretenemos   contando camiones   tanquetas y un río    de guardias nacionales   con destino a la masacre.   TEXTOS  EM PORTUGUÊS Tradução  de Antonio Miranda     LA  MALETA EN EL DESVÁN (Selección de 5 poemas) ©Carlos  Ernesto García       A CIDADE DA MORTE   Percorre a mirada um  vasto território até dar com o rio  Jordão.   Não resulta difícil  ver o ancião Moisés vagando perdido  durante quarenta anos com todo um povo atrás  de si. Descalços sobre a  terra vermelha. A que leva aos nabateus. O lugar onde habita a  tribo de Nébáyót. A cidade dos mortos:  Petra.   Sinto a presença dos cadáveres desintegrando-se no alto das montanhas que rodeiam a  esplanada.   Corpos amortalhados  dentro das covas que os séculos se  encarregaram de transformar em lares de humildes  comerciantes que agora vendem  tapetes tecidos pelas mãos de  seus antepassados.       LA MÁGICA FLORENCIA       Entre o rubro antigo  dos telhados   surge  com sua magia a cúpula do Duomo.   A chuva  que não cessa   me conduz  até à ponte vecchio   onde as  jovens querem ser Beatrizes.     Recorro  as ruas e praças.   Imagino  os mercadores.    Os  soldados marchando para a guerra   com  suas armaduras de lata.   Rafael  e a Brunelleschi a camino do trabalho.   Florença, capital em outro tempo.   Cidade dos ricos banqueiros do Renascimento.     O que eu daría   para tomar um gole de chaparro   numa taça preciosa dos Médici.       CAÑONES  OCIOSOS       Vagamos pelo Mediterrâneo   enquanto o céu   incendeia no horizonte   dando passagem à escuridão   que suave e calada   se impõe no firmamento.      Onde, nas margens   os povos costeiros   amáveis saúdam   com milhares de vaga-lumes.             Nas profundezas deste mar   pedaços de galeões descansam   com formosas caraças na proa.   Um imenso e desolado cemitério   de soberbos destrutores   de canhões ociosos.   Submarinos que guardam, imóveis   apenas o uniforme e os restos   do soldado aguerrido   em seu posto de combate.     A maré arrasta quiçá   lascas  de embarcações dos aqueus   que sucumbiram na tormenta   o una batalha.                AS  MONTANHAS DE FENGDU     Nas montanhas de Fengdu     disposto a cruzar   a ponte pênsil   reservada aos mortos.     Embaixo se escuta   o relinchar do rio Changjiang   que com suas águas turbulentas   corre como um cavalo furioso.      Uma  anciã   que sustenta em suas mãos   uma tijela de madeira   me convida para beber uma poção   que me ajudará no além   a esquecer o pasado.       DESFILE MILITAR      Uma manhã qualquer.    Entediados    sob o aplastante sol dos trópicos.      Esgotando insaciáveis    nossos cigarros    de marca barata.    Sentados como de costume    sobre os degraus de cimento    que levam à velha igreja do povoado.    Nos entretemos    contando caminhões    tanques e um rio    de guardas nacionais    com destino ao massacre.       Página publicada em março de 2008 |