| 
                   MÓNICA VELÁZQUEZ 
                    
                  Mónica Velásquez Guzmán nació en La  Paz (Bolivia) en 1972 y es la ganadora del Premio Nacional de Poesía “Yolanda  Bedregal” 2007, con su poemario “Hija de Medea”. Estudió literatura en la  Universidad Mayor de San Andrés (La Paz) y luego obtuvo su doctorado en la  misma materia por el Colegio de México. Actualmente trabaja como docente en la  Universidad Católica Boliviana y La Universidad Mayor de San Andrés. Ha  publicado: “Tres nombres para un lugar” (1995), “Fronteras de doble filo”  (1999), “Antología de poesía boliviana del siglo XX” (2004), “El viento de los  náufragos” (2005), “Hija de Medea” (2007) y muchos ensayos sobre literatura. 
                    
                  TEXTO  EN ESPAÑOL – TEXTO EM PORTUGUÊS 
                    
                  POSIBILIDAD  1 
                    
                  Hoy quiero Mónica, enfermarte larga,  mortalmente, 
                  sacarte lejos del mundo,  convaleciente: 
                  distanciar del cuerpo su llanto, su  sudor solitario 
                  de manera que todo quede, ahora sí,  bien vacío 
                  y ser un desierto rencoroso resuelto  a envenenarse de sed. 
                  Quiero hoy quebrarte un hueso  imprescindible 
                  esparcir las astillas de la  estructura fundamental 
                  que implores ayuda y extiendas  anchas las manos 
                  y no tengas pasos ni pies para  darlos. 
                  Quiero una úlcera que cuente de tu  furia 
                  músculos torpes pidiendo a gritos 
                  abrazos que no han de venir 
                  epilepsias que transparenten tu  confusión 
                  tu dificultad para contenerte 
                  insomnio eterno para salvarte de los  sueños 
                  que anuncian cuando alguien va a  morir. 
                  Ningún consuelo, eso quiero darte, 
                  para hacer visible tu necesidad de  otro 
                  para que te vean dolerte, partirte  en pedazos y se sepa 
                  y te sepulten, te lloren, te  perdonen 
                  aunque nadie salve tu muerte, 
                  el viento aleje tu nombre, todo sea  casi igual. 
                  Hay demasiado peso en tu sombra 
                  y yo quiero curarte, lenta, con mi  saliva... 
                  quiero restablecerte la balanza aún  sin par 
                  murmurarte que no hace falta, 
                  que no hace falta morir así. 
                    
                  TEXTO EM PORTUGUÊS 
                  Tradução  de Antonio Miranda 
                    
                  POSSIBILIDADE   1 
                  Hoje  quero Mônica, enfermar-te longa, mortalmente, 
                    levar-te longe do mundo, convalescente: 
                    distanciar do corpo teu pranto, teu suor solitário 
                    para que tudo fique, agora sim, bem vazio 
                    e ser um deserto rancoroso disposto a envenenar-me de sede. 
                    Quero hoje romper teu osso imprescindível 
                    espargir as lascas da estrutura fundamental 
                    que implores por ajuda e estendas abertas as mãos 
                    e não tenhas passos nem pés para dar. 
                    Quero uma úlcera que fale de tua fúria 
                    músculos torpes pedindo a gritos 
                    abraços que não devem vir 
                    epilepsias que aparentem tua confusão 
                    tua dificuldade para conter-se 
                    insônia eterna para liberar-te dos sonhos 
                    que anunciam quando alguém vai morrer. 
                    Nenhum consolo, isso quero dar-te, 
                    para tornar visível tua necessidade de alguém 
                    para que te vejam doer, partir-se em pedaços e saibam 
                    e te sepultem, chorem, te perdoem 
                    embora ninguém salve tua morte, 
                    o vento aparte teu nome, tudo seja quase igual. 
                    Há demasiado peso em tua sombra 
                    e eu quero curar-te, lenta, com minha saliva... 
                    quero restabelecer a balança ainda sem par 
                    murmurar que não te faz falta, 
                    que não se deve morrer assim. 
 
                    
                  Página  publicada em dezembro de 2013 
                   
                     
                   
                    
 
                  
  |