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                   Foto:  bo.reyqui.com  
                  JESUS URZAGASTI 
                    
                  Jesús  Urzagasti Aguilera nació en Campo Pajoso el 15 de octubre de 1941 en la  provincia del Gran Chaco, al sur de Bolivia y falleció el 27 de abril de 2013.  Hijo de Alberto Urzagasti y de María Aguilera, el mayor de 8 hermanos. Sus  obras están consideradas entre las mejores de Bolivia.  
                  Trabajó un año  (1965) en el Instituto Cinematográfico Boliviano y fue asistente de dirección  durante la filmación de Ukamau, largometraje de Jorge Sanjinés. En  1969 obtuvo una beca de la Fundación Guggenheim. 
                  Publicó  cuatro libros de poesía: Yerubia, La  colina que da al mar azul, El árbol de la tribu y Frondas nocturnas, y una obra en prosa titulada Cuaderno de Lilino. 
                  Algunos  de sus poemas fueron incluidos en antologías de Aldo Pellegrini, Julio Ortega y  Armando Romero. 
                  Fonte  (parcial): wikipedia 
                    
                  TEXTOS  EN ESPAÑOL   -   TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                          LOS  CAMPOS OLVIDADOS 
                  Una  voz largo tiempo oculta en los árboles 
                    me habla de los sagrados sentimientos, da taça azul, 
                    quando a humidade desce à terra amada. 
                    Quizás llueve mansamente, quizás amo todavia 
                    las tiernas maneras que tiene la vida conmigo. 
                    Camino torpemente nombrado, no me dejes 
                    y deja que alumbre tu mistério con mi voz ciega. 
                    Me acerco al final cierto y la unidad me abraza 
                    aunque nada llevo en las manos 
                    ni la beleza que apacienta los secretos de la tierra 
                    ni aquel canto que en un sollozo la juventude me prometiera. 
                    Desde un día nocturno te habla mi corazón. 
                    Caen los frutos a su tiempo en la plácida tierra. 
                    Lo vivido há engendrado una criatura desconocida, 
                    mi pecho se rompe por su impulso cristalino 
                    y le oferece el silencio que gobierna a los astros. 
                    ¡Oh! Viajero, una ley elemental de la naturaleza disse 
                    que un hombre en sus cabales sólo puede amar. Perseguido 
                    por lo inhumano, suducido por la secreta melodía de las cosas, 
                    comienza a amar este milagroso quehacer que termina 
                    allá donde el ojo ciego de la noche inspira respeto. 
                   
                  EL VIAJERO EN LA NOCHE  
                  
                  
                            Como aqueles que habiéndolo cedido  todo al destino 
                      cuidan  que su raza no sea pervertida por otra ilusión, 
                      así  también el espiritu decidió ser la música de lo innombrable. 
                      Escrito  como estaba el sufrido viento de otras edades 
                      en  el vientre de tu ser, resulta natural este aroma desconocido. 
                      Entonces  llueve y los caminos humanos asumen un aire sagrado 
                      que  dulcifica y fortalece a quien ha elegido el suyo. 
                      Lejanos  campos de la vida se zambullen e esta hora 
                      enorgullecida  por su inocencia. Lujosos árboles       
                      louvados  por uma pena insondável participam desta quimera. 
                      Oh! Viajero, una ley elemental  de la naturaleza dice 
                      que un hombre en sus cabales  sólo puede amar. Perseguido 
                      por lo inhumano, seducido por la  secreta melodía de las cosas, 
                      comienza a amar este milagroso  quehacer que termina 
                      allá donde el ojo ciego de la  noche inspira respeto. 
                      Sólo  en la lejanía un lenguaje divino nos habla de redención, 
                      pero  la presencia del mundo todo lo traduce en silencio. 
                      Turbado  por el peso de semejante mirada, sólo te auxilia 
                      el  silencio de los astros, recordado paisaje de la luz.  
                   
                    
                   
                    
                  TEXTOS  EM PORTUGUÊS 
                    Tradução de Antonio Miranda 
                    
                  LOS CAMPOS OLVIDADOS 
                  Uma  voz por longo tempo oculta nas árvores 
                    me fala dos sagrados sentimentos, da copa azul, 
                    quando a umidade desce à terra amada. 
                    Talvez chove mansamente, talvez ainda amo 
                    as tenras maneiras que tem a vida comigo. 
                    Caminho torpemente lembrado, não me deixes 
                    e deixa que ilumine teu mistério com minha voz cega. 
                    Vou final certo e a unidade me abraça 
                    mesmo não levando nada nas mãos 
                    nem a beleza que pastoreia os segredos da tierra 
                    nem aquele canto que em um soluço a juventude me prometera. 
                    Desde um dia noturno te fala o meu coração. 
                    Caem os frutos em seu tempo na plácida terra. 
                    O vivido engendrou uma criatura desconhecida, 
                    meu peito se rompe por seu impulso cristalino 
                    e lhe oferece o silêncio que governa os astros. 
                   
                    
                  O VIAJANTE NA NOITE 
                  Como  aqueles que tendo cedido tudo ao destino 
                    cuidam para que sua raça não seja pervertida por outra ilusão, 
                    assim também o espírito decidiu ser a música do incontável. 
                    Escrito como estava o sofrido vento de outras idades 
                    no ventre de teu ser, resulta natural este aroma desconhecido. 
                    Então chove e os caminhos humanos assumem um ar sagrado 
                    que adoça e fortalece a quem elegeu o seu. 
                    Campos distante da vida mergulham nesta hora 
                    com orgulho por sua inocência. Preciosas árvores   
                    louvados por uma pena insondável participam desta quimera.  
                    Oh! Viajante, uma lei elemental da natureza disse 
                    que um homem em seu juízo apenas pode amar. Perseguido 
                    pelo inumano, seduzido pela secreta melodia das coisas, 
                    começa a amar este milagroso quefazer que termina 
                    lá onde o olho cego da noite inspira respeito. 
                    Somente à distância uma linguagem divina nos fala de redenção, 
                    mas a presença do mundo todo o traduz em silêncio. 
                    Perturbado pelo peso de semelhante mirada, somente te auxilia 
                    o silêncio dos astros, recordada paisagem da luz. 
                    
                  Página  publicada em junho de 2019 
                   
                    
                    
                    
                    
                    
                    
                
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