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                   Biografía y foto: http://www.academiadelalengua-bo.org 
                    
                  JAIME MARTINEZ SALGUERO 
                    
                  D.  Jaime Martínez, miembro de número de la ABL. 
                    
                  Nació  en Sucre el 20 de octubre de 1936. 
                  Ingresó  a la Academia Boliviana de la Lengua el 24 de febrero de 1984 con la lectura del  discurso titulado “Reflexiones sobre la cultura boliviana”. Ocupa la silla con  la letra “Z”; respondió al discurso de ingreso Dª. Yolanda Bedregal. Es miembro  correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y de la  Academia Filipina. Pertenece a la Asociación Iberoamericana de Heráldicos de  México (desde 1994), a la Academia de Estudios Genealógicos y Heráldicos de  México (desde 1994), y a la Academia de Ciencias Humanísticas y Relaciones de  México y la República Dominicana (desde 1995). 
                    
                  Es  escritor y bioquímico farmacéutico de profesión. Se tituló por la Universidad  Mayor de San Andrés; y posteriormente, realizó una maestría en Farmacia  industrial en la Universidad de Montpelier. 
                    
                  Es  autor de varias obras. Entre las principales destacan las siguientes: Cuando el  dolor florece (1960); Poesía y novela de Jaime Mendoza (1977); Moradas  iridiscentes (1982); Franz Tamayo, el indagador del misterio (1979); El relato  minero en Bolivia (1991); Tamayo, el hombre y la obra (1991); Las voces de la  tragedia (1997); Aroma del verbo (poemas del año 2000); Combate místico (novela  publicada el año 2002); Mis paisajes interiores (poemas de 2005); Moradores de  la tierra (cuentos); y De la muerte y otros cuentos (2007). 
                  Fue  director de Literatura y Bibliotecas del Ministerio de Educación y Cultura (de  1972 a 1977); y Oficial Mayor de Cultura de la Honorable Alcaldía Municipal de  La Paz en 1997. Su desempeñó docente incluye lo siguiente: Profesor asistente  de la Facultad de Humanidades en el Departamento de Literatura en 1972;  catedrático titular de Desarrollo social boliviano en la Facultad de Ciencias  Sociales de la UMSA, catedrático de Lengua II en la Facultad de Ciencias de la  Comunicación de la Universidad Católica Boliviana (de 1975 a 1980); catedrático  de Oratoria en la Escuela de Aplicación Policial (1985), catedrático de  Comunicación escrita en el Instituto de Administración Publica Superior (1986),  y catedrático de Lenguaje y oratoria en la Universidad Privada Franz Tamayo (de  1994 a 1997). 
                    
                    
                  TEXTOS EN  ESPAÑOL   -    TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                    
                          COLOQUIO CON EL  TIEMPO 
                    
                           Ah! agridulce naranjo de la vida con astillas de luz en  tu ramaje! 
                    ¿Cuál es el nombre de este fruto  tuyo, hijo de dos mundos ? 
                    
                           I 
                    
                  
                    Desde las playas pobladas de silencio y de vida que aguarda;  
                      desde la montaña, donde el granito del tiempo se hizo patria  
                      de esta esperanza alumbradora con corazón de azúcar;  
                        desde la selva con inquietud de corola abierta;  
                        y desde la inmensa abertura de la pampa asomada 
                        a los cuatro costados de la fe; 
                    hay una extraña inquietud que palpita en el viento y en la arena,  
                      en el agua y en el fuego; en la hoja volatinera y en tronco firme. 
                      
                    Ah!, inquietud de siglos madurados bajo el sol de la historia  
                      para dar sabor a este hombre que amanece en la tierra! 
                      
                    II 
                    Hombre nuestro, el de América!  
                      Síntesis de selva y de montaña.  
                      Encrucijada de mar y de pampa,  
                    Orgullo de la ulala y del clave enlazados  en tu sangre!  
                      Ay! voz de la justicia aprisionada en las manos rebeldes 
                    que ansian construir un tiempo de paz en esta geología de tiempos 
                    quemados. 
                                                                                                      
                        y de ojos abiertos a un horizonte eterno!  
                      
                    Cuál es la dimensión de tu fortaleza, granito con sangre de  
                                                                                         humanidad?  
                      Y la tuya, hombre de espíritu de roca y de savia vegetal? 
                      Ah!, es la entrega del secreto de los siglos  
                      que guardas en el fondo del cofre tu vida. 
                      Hombre cósmico. 
                    Hombre vegetal con fosforescencias de luciérnaga 
                      que titilan en el fondo de tus huesos. 
                      Hombre esperanza, tú sacudes la fibra sutil de tus células 
                      para beber el elixir de la vida en el cuenco de tus manos niñas. 
                      
                    III 
                    Hombre nuestro, el de América! 
                      Carne de rebeldía, polvo donde vibra la fuerza de una protesta 
                      en la mano levantada y en el grito que asoma en tu pecho de 
                      montaña. 
                      Basta! 
                      Basta al hambre que carcome las entrañas de los niños 
                      con el óxido de una angustia y corroe sus mejillas con el llanto! 
                      Basta a la injusticia que ha incendiado el horizonte con el signo 
                      de la sangre! 
                      Basta al odio que babea sus sucias gotas de guerra, de  explotación 
                        y de mentira! 
                        Basta, en fin, al proteico engaño que disfraza la forma del fracaso! 
                      
                    IV 
                    Hombre  nuestro, el de América!  
                      Corazón abierto a la siembra vital de la luz.  
                      Tú, el que habitas el bullicio de la máquina y golpeas el cemento»  
                      Tú, que moras en el silencio de una tarde con bendiciones de sol 
                      o te sumerges en el hueco de una mina para heberte tu sangre.  
                      Tú que, a paso lento, desparramas tus días en la pampa de la vida  
                      arreando sueños, marcando las ancas de una nueva esperanza  
                      con el rojo hierro de tu voluntad, 
                    Tú,  hombre de savia vegetal, que huellas la selva tragadora de 
                      hombres.  
                      Tú, el del Ande y el del mar, el del norte y el del sur; 
                      el negro, el mulato y el mestizo;  
                      el nuevo hombre que emerge de la historia,  
                      de pie, tremolando el pendón de un nuevo verbo  
                      en esta vibrante intersección de los tiempos! 
                   
                    
                    
                    
                  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    Tradução: Antonio Miranda 
                    
                    
                  
                             Ah!  agridoce laranjeira da vida com farpas de luz em tua ramagem! 
                      Qual é o nome deste teu fruto,  filho de dois mundos ? 
                      
                             I 
                    Desde as praias povoadas de silêncio e de vida que aguarda;  
                      desde a montanha, donde o granito do tempo fez-se patria  
                      desta esperança iluminadora com coração de açúcar;  
                        desde a selva com inquietude de corola aberta;  
                        e desde a imensa abertura dos pampas exposta 
                        aos quatro costados da fé; 
                    há uma estranha inquietude que palpita no viento e na areia,  
                      na água e no fogo; na folha voadora  e em  tronco firme. 
                      
                    Ah!, inquietude de séculos amadurecidos ao sol da historia  
                      para dar sabor a este homem que amanhece na terra! 
                      
                    II 
                    Homem nosso., o da América!  
                      Síntese de selva e de montanha.  
                      Encruzilhada de mar e de pampa,  
                    Orgulho da ulala*e da del  chave mesclados  em teu sangue!  
                      Ai! voz da justiça aprisionada em mãos rebeldes 
                    que ansiam construir um tempo de paz nesta geologia de tempos 
                     
                     queimados
                                                                                                     
                      e de olhos abertos a um horizonte eterno!  
                      
                    Qual é a dimensão de tua fortaleza, granito com sangue de  
                                                                                         humanidade?  
                      E a tua, homem de espírito de rocha e de seiva vegetal? 
                      Ah!, és a entrega do segredo dos séculos  
                      que guardas no fundo do cofre tua vida. 
                      Homem cósmico. 
                    Homem vegetal com fosforescências de vaga-lume 
                      que cintilam no fundo de teus ossos. 
                      Homem esperança, tu sacodes a fibra sutil de tuas células 
                      para beber o elixir da vida na concavidade de tuas mãos jovens. 
                      
                    III  
                    Homem nosso, o da América! 
                      Carne de rebeldía, pó em que vibra a fuerza de um protesto 
                      na mão levantada e no grito que se eleva em teu peito de 
                      montanha. 
                      Basta! 
                    Basta ao homem  
                      que carcome as entranhas de crianças 
                      com o óxido de uma angústia e corrói suas bochechas com o pranto! 
                      Basta à injustiça que incendiou o sangue! 
                    Basta ao ódio que baba suas gotas  sujas de guerra, de exploração 
                      e de mentira! 
                      Basta, afinal, ao proteico engano que disfarça a forma do fracaso! 
                      
                    IV 
                    Homem  nosso, o da América!  
                      Coração aberto à semeadura vital da luz.  
                      Tu, que habitas o barulho da máquina e golpeias o cimento;  
                      Tu, que moras no silêncio de uma tarde com bendições de sol 
                      ou te submerges no buraco de uma mina para beber teu sangue.  
                      Tu que, em passo lento, derramas teus dias nos pampas da vida  
                      arreando sonhos, marcando as ancas de uma nova esperança  
                      com o rubro ferro de tua vontade, 
                    Tu,  homem de seiva vegetal, que pisas a selva tragadora de 
                      homens.  
                      Tu, o dos Andes e o do mar, o do norte e o do sul; 
                      o negro, o mulato e o mestiço;  
                      o novo homem que emerge da história,  
                      de pé, tremendo o pendão de um novo verbo  
                      nesta vibrante interseção do tempo! 
                      
                      
                   
                  *f. Bot. Boliv. quéchua: Espécies de cactos  que incluem muitas variedades, geralmente de bela flor e boa fragrância. Também  conhecido como pasakana. Comum na Bolívia nas áreas de Cochabamba, Santa Cruz,  em Mizque, em Sucre. Usado como um remédio para condições renais.  
                    
                    
                  Página publicada em junho de 2019 
                
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