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                   GARY DAHER CANEDO  
                    
                  Gary  Daher es un poeta, narrador, traductor, ensayista y escritor boliviano, nacido  el 31 de octubre de 1956. Autor de doce libros de poesía, tres novelas, un ensayo  sobre poesía boliviana y un libro con poemas de autores clásicos, frutos de su  traducción. Junto a los poetas Ariel Pérez y Juan Carlos Ramiro Quiroga  conformó el grupo literario de poesía que se conoció como Club del Café o del  Ajenjo, autores de la obra poética Errores compartidos y de la revista de  poesía llamada Mal menor. Durante 1993 y 1994, ha dirigido junto a los poetas  Vilma Tapia y Álvaro Antezana el suplemento El Pabellón del Vacío, semanario  literario que marca un salto en cuanto a los espacios de difusión y crítica de  la literatura boliviana. Ha publicado y difundido artículos con ensayos  literarios y otros reflexivos de nuestra contemporaneidad. Sus textos han sido  recogidos en varias antologías y revistas internacionales. Una antología realizada  por el mismo autor sobre la base de los libros publicados hasta la fecha ha  sido publicada en una versión digital por Banda Hispánica con el nombre de  Antología personal y otros poemas. El libro se lo puede bajar de Libros en  Acrobat de Gary Daher. 
                  Como  traductor podemos mencionar una serie de artículos semanales publicados en el  periódico “Hoy” de La Paz entre 1995 y 1996 y en los que se incluía un ensayo y  la traducción de un poema de poesía brasileña, columna a su cargo que salía con  el nombre de Poesía brasileña actual. El año 2005 ha publicado, a través del  Departamento de Extensión Cultural de la Universidad Nur, sus traducciones del  latín al castellano de poemas de Catulo en edición bilingüe, acompañados de  poemas de Safo traducida de la versión en inglés de D.W. Myatt, en un libro  denominado Safo y Catulo: poesía amorosa de la antigüedad. 
                  Su  obra se inscribe dentro de la nueva producción literaria boliviana. Siendo su  trabajo más conocido, la novela El huésped, que los críticos no han podido  clasificar con claridad; pero que parece haber cruzado más allá de los umbrales  de la ciencia ficción, mientras que en poesía el extenso poema Cantos desde un  campo de mieses, de 714 versos, ha sido reeditado en mayo de 2008 en Venezuela  por la editorial El Perro y la Rana, consolidando su prestigio internacional. 
                  Para  su revisión, la prestigiosa revista mexicana Círculo de Poesía lo tiene en su  catálogo. Círculo de Poesía: Gary Daher. 
                  Actualmente,  la propuesta poética que brinda la trilogía, Viaje de Narciso (2009), La Senda  de Samai (2013), y Jardines de Tláloc (2017), marca un rumbo intenso hacia la  indagación humanista, la preponderancia del desafío de la consciencia, y una  metafísica que parte del trabajo de los cuerpos. 
                  Obra  publicada: Poemas y Silencios. 1992:  Edición del autor; Los Templos. 1993:  Editorial Arol. Tamil. 1994: Edición  del autor. 2006: Editorial Gente Común. Desde el otro lado del oscuro espejo. 1995: Editorial Acción. Errores compartidos (En coautoría).  1995: Editorial Acción. Cantos desde un campo de mieses. 2001: Fondo Editorial  Municipal. 2006: Editorial El Perro y la Rana. Oruga Interior. 2006: Plural  editores.  Territorios de Guerra. 2007: Editorial Gente Común. Viaje de Narciso. 2009: Plural editores. Antología personal y otros poemas.  2010: Banda Hispánica. La Senda de Samai.  2013: Editorial 3600. Jardines de Tláloc.  2017: Editorial 3600. 
                  Fuente:  wikipedia 
                    
                  TEXTOS EN ESPAÑOL –  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                  
                  DAHER CANEDO, Gary. Cantos desde un campo de mieses.  Caracas: Ministerio del Poder Popular  para la Cultura, Fundación Editorial el perro y la rana, 2008.  35 p.  (Colección  Poesía del Mundo, Serie Contemporáneos)    14x20 cm  Ex. bibl. Antonio  Miranda 
                    
                           1 
                         Inapreensible eres, Amanecida 
           como  mi propia voz que se ríe al nombrarte 
           Gary  Daher, pecador 
           te  busca por el patio 
           convencido  que te han ocultado tras 
           las  enganosas estampas de las fotografias: 
           la  montaña  ¿sabes? 
           una  nieve como arete 
           y  tú sin oír, Amanecida. 
                           Pardo  es el invierno en el que nos hemos sometido 
           y  ni siquiera el sol que has guardado enorme y rojo sobre 
                 los ríos 
           de  las selvas del norte hacen la primavera 
           de  estas calejas 
           marchitas  por la decepción y sus abominables memorias. 
                    
                           ¿Quiénes  somos nosotros 
           para  juzgzarte, Amanecida 
           si  te hemos visto en la guerra mutilada 
           no  de tierras sino de almas? 
                           Ardieron  entonces los campos del Chaco 
           donde  los hombres arrastraban los ojos inyectados de 
                     muerte 
           hurgando  acaso tu nombre, Amanecida. 
                           Entregados  como em sueños 
           todos  éramos la rota bandera 
           y  la fiebre de caer nos redimía sin encontrarnos 
           en  la sed, Amanecida. 
                           De  esta manera te invoco 
           para  ahogar tu espesa memoria en el espejo de los días 
           donde  a fuerza de mirar nos reconocemos: 
           Somos  los bastardos 
           la  sangre que lleva ningún nombre, Amanecida. 
                           Ay,  pero no existe lugar en tierra que este libre de profetas. 
           Aquí  también se busca un dios menor 
           o  un demonio profundo 
           cuyo  venerable único ojo 
           observe  despierto 
           com  una furia de viejo infectado. 
                    
                    
                    
                  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
           Tradução: Antonio Miranda 
                    
                    
                         1 
                         Inapreensível és, Amanhecida 
           como  minha própria voz que ri ao nomear-te 
           Gary Daher, pecador 
           buscando-te  pelo pátio 
           convencido  que te esconderam detrás 
           das  enganosas imagens das fotografias: 
           a  montanha, sabes?  
           uma  neve como um brinco 
           e  tu sem ouvir, Amanhecida. 
                           Pardo  é o inverno em que nos submetemos 
           e  nem mesmo o sol que guardaste imenso e vermelho sobre 
                os rios 
           das  selvas do norte fazem a primavera 
           destas  ruelas 
           murchas  pela decepção e suas memórias abomináveis. 
                            
                           Quem  somos nós 
           para  julgar-te, Amanhecida 
           se  te vimos na guerra mutilada 
           não  de terras senão de almas ?  
                           Arderam-se  então os campos do Chaco 
           onde  os homens carregavam os olhos injetados pela 
                     morte 
           cavando  talvez o teu nome, Amanhecida. 
           Entregados  como nos sonhos     
           éramos  todos a bandeira rota 
           e  a febre de cair nos redimia sem encontrar-nos 
           na  sede, Amanhecida. 
                            
                            
                  Página  publicada em setembro de 2017    
                    
                
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