Fuente: http://laseleccionesafectivasbolivia.blogspot.com/   
                BENJAMÍN CHÁVEZ 
                Nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia,  el 17 de febrero de 1971.  Poeta, narrador y editor. Estudios de  Filosofía y Antropología.  Editor de la  revista de literatura La Mariposa Mundial y del suplemento literario El Duende.  
                Poemarios: Prehistorias del androide,  1994; Con la misma tijera, 1999; Santo sin devoción, 2000; Y allá en lo  alto un pedazo de cielo, 2003; Extramuros,  2004; Pequeña librería de viejo,  2007, Premio Nacional de Poesía.  
                TEXTOS EN ESPAÑOL   /     TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                  
                CONDICIÓN DE VAMPIRO 
                  
                Tras una inútil noche en tránsito sanguíneo 
                —la temblorosa piel— 
                —el quejido mínimo— 
                oficio el cándido ritual de abrir sobres a mordiscos. 
                Desde una atmósfera intensa, 
                cartas que hablan de lejanos países 
                me seducen, me vencen. 
                —¡Vuelve hijo mío!— 
                firma mi madre. 
                En un arrebato 
                Retomo las infusiones mendicantes 
                la dieta del ajo 
                la abstinencia… 
                pero es inútil; 
                mis sendos colmillos muerden 
                una y otra vez mi destino: 
                velar sueños es mi condena. 
                  
                  
                LA DÉBIL MÚSICA DE LAS SUAVES COSAS 
                  
                En la alta noche 
                la débil música de las suaves cosas. 
                Mientras el sueño consuma la quietud 
                las torres callan 
                los motivos de su altura. 
                Cada instante se estremece 
                y lo quedo nos habla con una voz más íntima. 
                No son las cosas que no tendremos nunca 
                Son las que están 
                las que estuvieron siempre 
                y hoy 
                —complicidad contenida— 
                nos susurran 
                una familiaridad irresuelta.  
                  
                  
                POEMA NÚMERO MIL PARA UNA MUJER 
                QUE JAMÁS LEYÓ NINGUNO 
                  
                Después de mil noches anclado en la bahía del correo, 
                después de 999 poemas devueltos 
                en sobres sin abrir, 
                te fuiste diluyendo 
                como el agua o el viento. 
                Es que no quisiste perderte en mi bosque 
                y rodeaste todos los caminos. 
                Después de traerte la flamígera espada 
                del ángel que custodia el paraíso, 
                desenterrar un meteorito 
                para compararlo con tus ojos. 
                Después de la tierra, el sueño 
                la caída de tres dinastías y un imperio, 
                te escribo este último poema 
                con método de hormiga laboriosa 
                cuyo único salario 
                —no pequeño— 
                será 
                el sosiego de terminar este desvarío 
                con un número redondo como el sol. 
                  
                  
                
                  Extraídos de la Revista de Poesía PROMETEO,  nos. 81-82, 2008.  
                  Memorias del XVIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN  
                   
                TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                Tradução de Antonio Miranda 
                   
                CONDIÇÃO DE VAMPIRO  
                   
                Depois de uma inútil noite em trânsito  sangüíneo  
                —a pele trêmula —  
                —o mínimo queixume—  
                oficio o cândido ritual de abrir envelopes  com mordidas.  
                Desde uma atmosfera intensa,  
                cartas que falam de países distantes  
                me seduzem, me vencem.  
                —Regressa, filho meu!—  
                assina minha mãe.  
                Em um arrebato  
                retorno às infusões medicinais  
                à dieta do alho  
                à abstinência...  
                           mas é inútil;  
                           minha presas essenciais mordem  
                           uma e outra vez meu destino:  
                           velar sonhos alheios é meu castigo.  
                   
                   
                         A  DÉBIL  MÚSICA DAS COISAS SUAVES  
                   
                          Em altas horas da noite,  
                          Enquanto o sonho consuma a quietude  
                          as torres calam  
                          os motivos de sua altura.  
                          Cada instante estremece  
                          e o quieto nos fala com uma voz mais íntima.  
                          Não são as coisas que nunca teremos  
                          São as que estão  
                          as que estiveram sempre  
                          e hoje  
                          —cumplicidade contida—  
                          sussurram-nos  
                          uma familiaridade irresoluta.  
                   
                   
                         POEMA NÚMERO MIL PARA UMA MULHER  
                             QUE NÃO LEU NENHUM DELES  
                   
                          Depois de mil noites ancorado na baía do correio,  
                          depois de 999 poemas devolvidos  
                          em envelopes sem abrir,  
                          foste diluindo  
                          com a água ou o vento.  
                          É que não quiseste perder-te em meu bosque  
                          e evitaste todos os caminhos.  
                          Depois de trazer-te a flamejante espada  
                          do anjo que custodia o paraíso,   
                          desenterrar um meteorito  
                          para compará-lo com teus olhos.  
                          Depois da terra, o sonho  
                          a queda de três dinastias e um império,  
                          te escrevo este último poema  
                          com método de formiga trabalhadora  
                          cujo único salário  
                          —nada pequeno—  
                          será  
                          o sossego de terminar este desvario  
                          com um número redondo como o sol.  
                  
                  
                                  
                
                  Página publicada em julho de  2008 
                 
                
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