Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JUAN MARÍA FORTUNATO

 

          Juan María Fortunato es Profesor de Literatura egresado del Instituto de Profesores Artigas. Obras suyas han sido incluidas en publicaciones literarias nacionales y extranjeras (Prometeo, Humboldt, Letras de Buenos

Aires, etc.).

Es autor de los poemarios Estación de la palabra (Ediciones Géminis, 1978), La luz y otros rituales (Ediciones del Sur, 1982) y Adagio al sur (1986). La última de las obras mencionadas recibió el primer premio en el Concurso Literario de la Intendencia Municipal de Montevideo y primer premio del Ministerio de Educación y Cultura.

          Integra las selecciones Poetes d'Uruguay (Revista Amérique Latine, París, 1985). Ocho poetas uruguayos (La Revista del Sur, Málmo, 1985) y Poesía Uruguaya Contemporánea (Mirall de Glac, Barcelona, 1986).

Ha publicado además Morosoli (Editorial Kappa, Serie de Literatura, 1981), Líber Falco (Editorial Técnica, 1987) y Pedro Piccatto: la vida a una sola carta, (1988).

          En 1995 fue incluido em la obra Breve muestra de poesía contemporánea del Río de la Plata -Selección dos (Bianchi editores, Buenos Aires), presentada en La Habana en el desarrollo del ler. Taller - encuentro con la Cultura Cubana, denominado Gente en la Cultura (febrero de 1995).

En el nombre de Frida recibió en 1996 el segundo premio del Ministerio de Educación y Cultura en poesía inédita.

 

 

 

 

TEXTOS EN ESPAÑOL   -   TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

FORTUNATO, Juan MaríaEn el nombre de Frida.  Montevideo: Bianchi Editores; Proyecto Cultural, 1997.  77 p.  Ex. bibl. Antonio Miranda

 

I

Nací en Coyoacán un seis de julio.

 

Pero tembló la luz y señaló la hora

y fue mi cuerpo vastedad y olvido,

y fue mi cuerpo la morada esquiva

                de algún diamante duramente esquirla

 

y aconteció la noche y señaló la hora:

 

     clavó brumaria entre mi carne sus banderas,

      clavó sus mástiles de amianto y tuve miedo

 

 

 

II

Y fue la tarde y modeló mi cuerpo,

algo violín y sin embargo adusto,

 

(divertimento a veces para dos laúdes,

con algo antiguo de Júpiter y Praga)

 

-tal vez un poco Haffher-

 

si pienso bien la urdimbre salitrosa de mi fémur

(que a veces se adelanta),

pensando mal mi tarso que siempre claudicara;

 

después el nervio

 

después aquesta sangre

-adagio para cuerdas, pianíssimo, noctumo-

magreándome los días, velándome entre brumas;

 

quizás alguna arteria

(que hubiese bien guardada la sangre entre dos Fridas)

 

 

 

III
Y tuve un día con su heraldo negro

-que decía Vallejo-

 

campanal de hiedras

pertinaz

hollado

 

con su heraldo negro,

con su hueste oscura y su después punzante;

 

y llegado el jueves nadie dijo Frieda

me nombraron Frida sin mirar siquiera

 

-si mis ojos brunos,

si mi heraldo negro-

 

y otro día y otro esto que llaman vida,

y otro día y tantos con mi muerte a cuestas.

 

Y no vino el ángel.

Ni la voz aquella entre la zarza ardiendo.

 

 

 

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
 
Tradução: Antonio Miranda


I
Nasci em Coyoacán em seis de julho.

       Mas tremeu a luz e assinalou a hora
          e foi meu corpo vastidão e olvido,
          e foi meu corpo a morada esquiva
      de algum diamante durante estilhaço

        e aconteceu a noite e assinalou a hora:

    cravou bruma entre minha carne suas bandeiras,
     cravou seus mastros de amianto e teve me
do

 

II

E foi a tarde e modelou meu corpo
algo violino e no entanto austero,

(divertimento às vezes para dois alaúdes
com algo antigo de Júpiter e Praga)

— quem sabe um pouco Haffner —

se penso bem a urdidura salitrosa de meu fêmur
(que às vezes se adianta)
pensando mal meu tarso que sempre claudicou;

depois o nervo

depois aqueste sangue
— adágio para cordas, pianíssimo, noturno —
apalpando-me os dias, velando-me entre brumas;

talvez alguma artéria

(que houvesse bem guardado o sangue entre duas Fridas)

 


 

III

E houve um dia com seu arauto negro
— como dizia Vallejo —

 

campanário de heras
pertinaz
pisoteado

com seu arauto negro,
com sua hoste escura e seu depois punçante;

...

 

e chegada a quinta-feira ninguém disse Frida
me nomearam Frida sem sequer olhar-me

 

— se meus olhos brunos,
se meu arauto negro —


e outro dia e outro isso que chamam vida,
e outro dia e tantos com minha mãe por detrás.

 

E não veio o anjo.

Nem a voz aquela em meio à salsaparrilha ardendo.

 

 

(...)

 



 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar