Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

http://circulodepoesia.com/

CLAUDIA MAGLIANO

      Claudia Magliano, Montevideo, 1974. Es profesora de Literatura, IPA. Ha publicado Nada, poemario premiado en el concurso de Poesía de la Asociación de Bancarios (AEBU) y la Casa de los Escritores del Uruguay, en 2005. Su segundo libro Res ha sido publicado por Ático Ediciones en diciembre de 2010.

 

TEXTO EN ESPAÑOL  -  TEXTO EM PORTUGUÊS

 

Yo hacía fuerza para que vos te muerieras.Para no perderte. Para que te quedara así como ahora, adentro.
Yo hacía dureza para matarte / te alentaba / te daba ánimo / te
estaba siendo fiel, a vos y a la literatura.
No te maté. Eso es cierto.
Te conté que mandé hacer una biblioteca hasta el techo / de pared
a pared / que necesitaba una escalera para llegar al estante de
arriba / que arriba había puesto los libros que más uso para
aventurarme en la búsqueda de las palabras / para sentir el riesgo
de una altura dos escalones superior a la mía.
Yo no te estuve matando. Solo quer~ia que te murieras porque ya
no te quedaban libros y porque ya no había uma casa em la
montaña cubierta de nieve y porque era verano y a vos el verano
no te gusta. Y además hacía calor y estabas desnuda y yo pr
primera vez estaba viendo tu cuerpo / y escurbrí que me parezco
a vos / que la forma de algunas parte tuya es igual a la forma de
algunas partes mías. Y yo podría haber sido vos.
Entonces empecé a hacer fuerza contigo para vos te murieras.
Porque tampoco quedaba aquello que era recuerdo y sostenía.
Yo hacía fuerza para matarte porque vos no podías hablar y me
parece que eso no te gustaba.
Yo hacía fuerza para matarte porque vos no podías hablar.

Una hoja tiembla en el borde de la rama
Sostiene la lluvia su rara nervadura
El sol apenas hiere
Como un rayo finísimo se filo luminar atraviesa la tarde.
Caen los frutos por su pulpa
Semillas hay que se clavan a la tierra
Y crece um huerto al borde del abismo.
¿Limpiará la tormenta tanta metáfora?

Ese poema vale únicamente por el verso final
¿Limpiará la tormenta tanta metáfora?
Podría decir ¿Lavará? ¿Quitará?
Pero disse limpiará como si se tratara de una pila bautismal, esse
abrevadero donde van a beber los santos.
La sed de Cristo se hace agua.
Después de comulgar, los fieles son menos peligrosos. Tienen el
cuerpo de dios confundido con su carne.
A la hora de la tormenta los árboles dóciles se encorvan y dejan
pasar el viento.
Son como animales que saben vérselas con la lluvia.
De la frente de los fieles cae un hilo de luz brillante.
Es el sudor por haberse ganado el cuerpo de Cristo que es como
el pan pero más delicado.
El cuerpo de Cristo es una lámina redonda que cabe en el hueco
del paladar y allí se queda hasta dehacerse.
Dicen que el vino es como la sangre. Es igual a la sangre, dicen, es
la sangre. Por eso este poema vala únicamente por su final:dios e
una metáfora, Cristo uma metonimia.

VEA Y LEA MÁS POEMAS Y POETAS DEL URUGUAY
EN EL Portal de Poesía Iberoamericana:
http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/uruguai/uruguay.html

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS

Tradução: Antonio Miranda

 

Eu fazia força para que tu morresses. Para não perder-te.
Para que ficasses assim como agora, dentro.
Eu fazia força para matar-te / te alentava / te animava / sendo
fiel contigo, a ti e à literatura.
Não te matei. Isso é certo.
Te disse que mandei construir uma biblioteca até o teto / de
parede a parede, que necessitava de uma escada para
chegar à estante de cima/que encima havia colocado os livros
que mais uso para aventurar-me na procura das palavras /
para sentir o perigo de uma altura dois degraus superior à
minha.
Eu não estive te matando. Apenas queria que morresses porque já
não restavam livros para ti e porque já não existia uma casa
na montanha coberta de neve e porque era verão e tu não
gostas do verão. E além disso fazia calor e estavas nua e eu
por primeira vez estava vendo o teu corpo / que a forma de
algumas partes tuas é igual à forma de algumas partes minhas.
E não ter sido tu.
Então comecei a fazer força contigo para que morresses. Porque
tampouco restava aquilo que era lembrança e sustentava.
Eu fazia força para matar-te porque tu não podias falar e me parece
que isso te agradava.
Eu fazia força para matar-te porque tu não podias falar.

Uma folha treme na margem do ramo.
Sustenta chuva sua rara nervadura
O sol apenas fere
Como um raio finíssimo seu fio luminar atravessa a tarde.
Caem os frutos por sua polpa
Sementes existem que se cravam na terra
E cresce um horto na beira do abismo.
Limpará a tormenta tanta metáfora?

Este poema vale apenas por seu verso final
Limpará tormenta tanta metáfora?
Poderia dizer: Lavará? Tirará?
Não disse limpará como se tratasse de uma pia batismal, esse
bebedouro onde os santos vão beber.
A sede Cristo faz-se água.
Depois de comungar, os fiéis são menos perigosos. Têm o corpo
de deus confundido com sua carne.
Á hora da tormenta as árvores dóceis se curvam e deixam
passar o vento.
São como animais que sabem vê-las com a chuva.
Da frente dos fiéis cai um fio de luz brilhante.
É o suor por ter recebido o corpo de Cristo que é como o pão
porém mais delicado.
O corpo de Cristo uma lâmina redonda que cabe no oco do
paladar e ali fica até desfazer-se.
Dizem que o vinho é como o sangue. É igual ao sangue, dizem,
é o sangue. Por isso este poema vale unicamente por seu
final: deus é uma metáfora, Cristo é uma mentonímia.

 

Página publicada em março de 2017.

 


 



 
 
 
  Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar