http://emmagunst.blogspot.com.br
                                                                                GEMA SANTAMARÍA
                                                                                 
                                                                                Poeta  y teatrista. Nació en Managua en 1979 y reside desde hace varios años en ciudad  de México. Ha publicado su poesía en medios impresos tanto de México como de  Nicaragua; así como en revistas de distribución internacional y diversos  espacios electrónicos dedicados a la poesía. Tiene un poemario publicado, Piel  de Poesía (2002), en una coedición entre las editoriales Opción y 400  elefantes. Parte de su obra fue incluida en la antología de poesía de mujeres  nicaragüenses llamada "Mujeres de sol y luna” bajo la dirección de Helena  Ramos (por publicarse) y en el libro "Retrato de poeta con joven  errante" editado por Francisco Ruiz Udiel y prologado por Gioconda Belli.  Fue por tres años integrante del Consejo Editorial de la Revista Opción y  actualmente forma parte del Consejo de la Gaceta Literal.  Participó en el Primer Festival Internacional  de Poesía de Granada, Nicaragua y en el III Encuentro de Poetas de San Salvador  “El turno del ofendido.” Su último libro se titula Antídoto para una mujer  trágica y está por publicarse. Fuente: www.artepoetica.net
                                                                                                                             
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                                                                                
                                                                                                                                                                                                                  | 
                                                                                                                                                
                                                                                
                                                                                SIEMPRE NOS  QUERDARÁ LA POESÍA. Selección  de poemas: José Aragón y Esther Rodríguez. Pinturas: José Aragón H.   Managua: HISPANER,  2004.   80 p.  ilus. col. 22x31 cm. tapa  dura, sobreportada.  ISBN 99924.57.30.9  
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                
                                                                                 A  ESPERA
                                                                                Te espero aqui, ansiosa,
                                                                                                                                                com a pele fresca e latente,
                                                                                                                                                com meus lábios úmidos e agora
                                                                                                                                                abertos,
                                                                                                                                                com a roupa ajustando-se às minhas
                                                                                                                                                formas e
                                                                                                                                                inquieta entre as pernas e desafiante.
                                                                                Te espero afogado no silêncio,
                                                                                                                                                na tranquilidade da água que se
                                                                                                                                                expande
                                                                                                                                                em redondas gotas que se
                                                                                                                                                espalham
                                                                                                                                                pouco a pouco pelo meu ventre.
                                                                                Te espero com atenção
                                                                                                                                                e imagino que da distância
                                                                                                                                                emerges
                                                                                                                                                único, forte, homem;
                                                                                                                                                e me imagino em tuas mãos embalando meus ombros, 
                                                                                                                                                habitando-me lentamente.
                                                                                Eu te quero pacientemente
                                                                                                                                                mastigando tempos de vez em quando
                                                                                                                                                bebendo luas murchas
                                                                                                                                                tecendo noites virgens
                                                                                                                                                que cubram minhas ânsias...
                                                                                                                                                suavemente.
                                                                                 
                                                                                Página  publicada em março de 2107