Fonte> http://www.horacero.com.mx/

ROCÍO CERÓN

Ha publicado Litoral (filodecaballos, 2001), Basalto (Ediciones sin Nombre-CONACULTA, 2002), Soma (Ediciones Eloísa, Buenos Aires, Argentina, 2003), Apuntes para, sobrevivir al aire (Ediciones Urania, 2005), Imperio /Empire, edición bilingüe e interdisciplinaria (CONACULTA--FONCA,México, 2009), La primavera comienza muy tarde (La Propia Cartonera, Uruguay, 2010) y Tiento, (UANL, México, 2010). En 1998-1999 y 2006-2007 fue becada del Pondo Nacional para la Cultura y las Artes, programa Jóvenes Creadores. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2000, en el género de poesía. Es cofundadora del colectivo MotínPoeta y editora del sello El billar de Lucrecia, textos suyos lian sido traducidos al inglês, sueco y alemán. Mueve el electrónico: http//rocioceron.blogspot.com

TEXTO EM ESPAÑOL   -   TEXTO EM PORTUGUÊS

Signos

(tiempos del habitante)

ACASO AYER. ENTRE LOS PLIEGUES Y UN ARMA

I.

Doblado el brazo, el arma a las espaldas, inseparable de esta casa -que es mi dolência - llevo lo que queda / lo que se va / lo que se entume hasta la alta cima —canícula— donde habitan los violentos.

Durante cierto aroma a ráfaga entreveo la belleza:

          —pólvora sangre hedor de visceras—

Un cuerpo infante / un infante deshecho de cuerpo

y solo / hechizado / siento palpo la superficie herida.

II.

Mi madre entraba a la cocina, en busca siempre del comino, una pierna de cerdo esplendía entre el estanque dorado del vinagre, entre comisura y comisura esta mujer (pecho, amory leche tierna) susurraba una frase:

          —La guerra nace del hambre. No importa de qué. La guerra nace del

          hambre no importa de qué. La guerra.

Mientras yo recorría con la mirada los pliegues de su falda

/ la promesa de sus piernas mundo

          / el regreso hada su caerlo patria

y en las calles dormitaba una ciudad —presagio de la furia— sumida en el asalto de una líquida modernidad donde todo se ñgura y nada toma forma.

III.

Un cuerpo son cien cuerpos / cien cuerpos son un cuerpo /

tiento.

Andar así, desprotegido —el arma balanceándose no sirve de nada ante la bomba— ocupado en formar la dimensión, los límites de un acecho / asedio. Preguntarse cada mañana cuántas balas, cuántos muertos, qué motivo, cuándo ser el perseguidor, cuándo el vencido, cuándo ir a la ofensiva, cuándo el agón, hacia donde el ímpetu combativo, cuándo el exterminio, cuándo deponer las armas, cuándo el armisticio, cuándo el olvido.

IV.

Mi madre, sus silencios. Sentada en el patio delantero de la casa, el sol de invierno quemando sus mejillas. Callada. Los pasos rápidos de mi padre, buscando por los cuartos lo mínimo: su arma (Browning HP-35. Trece tiros) antes de salir. Callada. El soldado que vino a preguntar cuántos hombres vivían en casa. Callada. El día em que partimos, su hijo menor y yo, hacia el cuartel. Callada. La muerte de mi hermano a manos de un francotirador. Callada. Su propia muerte, callada.

TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda

Signos
(tempos do habitante)

TALVEZ ONTEM. ENTRE AS DOBRAS E UMA ARMA

I
Dobrado o braço, a arma nas costas, inseparável desta casa — que é minha
dolência — levo o que resta / o que vai embora / o que se entumece até o mais alto  — canícula — onde habitam os violentos.

Durante certo aroma a borrasca diviso a beleza.

          — pólvora sangue fedor de vísceras —

Um corpo infante / um infante de corpo desfeito
e só / enfeitiçado / sinto palpo a superfície ferida.

II
Minha mãe entrava na cozinha, sempre em busca do cominho, uma perna de porco no estanque dourado do vinagre, entre comissuras e comissura esta mulher (peito, amor e leite terno, sussurrava uma frase:

           — A guerra vem da fome. Não importa de quê. A guerra nasce da
          fome não importa de quê.  A guerra.

Enquanto eu percorria com o olhar as dobras da saia dela.

/ a promessa de suas pernas mundo
          / o regresso ao seu corpo pátria

e nas ruas dormitava uma cidade — presságio da fúria  — sumida no assalto de uma líquida modernidade onde tudo se afigura e nada ganha forma.

III
Um corpo são cem corpos / cem corpos são um corpo / tiento.

Andar assim, desprotegido — a arma balançando não serve para nada diante da bomba — ocupada em formar a dimensão, os limite de uma tocaia / assédio.  Perguntar-se cada manhã quantas balas, quantos mortos, que motivo, quando ser o perseguidor, quando o vencido, quando ir à ofensiva, quando o agón, para onde o ímpeto combativo, quando extermínio, quando depor as armas, quando o armistício, quando o olvido.

IV
Minha mãe, seus silêncios. Sentada no pátio dianteiro da casa, o sol de inverno queimando sua face. Os passos rápidos de minha mãe, buscando pelos quartos o mínimo: sua arma (Browning HP 35. Treze tiros) antes de sair. Calada. O dia em que partimos, seu filho menor e eu, até o quartel. A morte de meu irmão pelas mãos de um franco-atirador. Calada. Sua própria morte, calada.

Página publicada em dezembro de 2013