Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

OTTO RENÉ CASTILLO
(1936-1967)

Otto René Castillo (Quezaltenango, 25 de abril de 1936– 23 de marzo de 1967) fue un poeta, activista y combatiente guerrillero guatemalteco.
Se graduó de bachiller en 1953 en el Instituto Nacional Central para Varones, en donde pertenecía a la agrupación estudiantil que se llamaba Alianza de la Juventud Democrática y que trabajaba con la República Escolar Normalista de la Escuela Normal para Varones y que era una forma de autogobierno que le daba vida a las escuelas públicas de la secundaria durante el gobierno de Jacobo Arbenz; también estaba afiliado al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).

En 1954, debido a su oposición al golpe de Estado contra el gobierno de Arbenz, salió exiliado hacia El Salvador donde trabajó en varios oficios.2 Regresó a su país cuatro años después y estudió Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Tras un año de brillante desenvolvimiento académico, partió a la República Democrática AlemanaNota 3 donde obtuvo una beca para estudiar letras, la cual abandonó para integrarse a un grupo de cineastas que filmaban los levantamientos populares de la época. 

Una vez más retornó a Guatemala en 1964, pero nuevamente fue exiliado el año siguiente. No obstante, organizaciones políticas le nombran representante de su país en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud y tuvo la oportunidad de viajar por diferentes partes del mundo.

En 1966 volvió a su Guatemala e integró la guerrilla de las Fuerzas Armadas Rebeldes; negándose a permanecer en un refugio en la Ciudad de Guatemala estuvo con los combatientes de la Sierra de las Minas donde se dedicaba a preparar obras de teatro que los combatientes representaban ante los campesinos del área para hacerles llegar el mensaje de la guerrilla. Asimismo, dado que las fuerzas guerrilleras de ese entonces estaban integradas por jóvenes rebeldes, varios de los cuales provenían de las filas del ejército y otros eran estudiantes de secundaria o de la universidad nacional y dos profesionales (economista y antropólogo), las mismas carecían de sustento ideológico, por lo que cuando Castillo ingresó a las filas del movimiento, le asignaron la formación de los combatientes en los conceptos teóricos del marxismo.

Tras un combate en el que su unidad fue desbandada y su comandante huyó dejando a los combatientes abandonados, fue capturado por fuerzas gubernamentales al mando del coronel Carlos Arana Osorio el 19 de marzo de 1967.1 Castillo fue torturado brutalmenteNota 5 y murió quemado vivo junto a otros trece colaboradores de la insurgencia, incluyendo a su compañera sentimental, Nora Paiz Cárcamo.

 

TEXTOS EM ESPAÑOL   -   TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

EL SABOR DE LA SAL

En mí
se está muriendo
esta tarde
tu espalda,
mi triste
fugitiva.
Nunca como ahora,
se apaga
en mis ojos,
la ola de tu rostro.
Nunca como ahora
vamos girando,
huyendo tú
de mi boca,
mi boca huyendo
de tu espalda,
aproximandonos
a la ceniza
del último beso.
Ahora y alo sé,
amor mío.
El primer beso es Dulce
y tiene un temblor celeste.
El último es gris
y tiene um sabor tan sal,
qué nunca como ahoraaaa
me dolerá
estar solo conmigo,
asistiendo
a la muerte
de tu espalda tan bella.

 

EL GRAN ESTAFADO

Uno es perde,
a veces,
en el fondo
de una mujer
y no vuelve
a encontrarse
jamás.

Uno se marcha
luego por el mundo
incompleto de sí,
completo solo
de su silencio.

A veces
en un bar
tomando coñac
y oyendo
tristes blues,
se acerca alguien
que nos recuerda
a la mujer
donde nos hemos
perdido.
Y su compañía
nos deja más solos
que nunca.

Uno se bebe
su coñac
y se va luego.
Sin que nadie
lo entienda.
Porque se marcha
sonriendo.
Si al menos
estuviera triste.
Si sufriera
almenos,
se murmura.

Uno se sale
por la puerta del fondo,
porque se considera
el gran estafado,
cuando en realidade
sólo se há perdido
em el fondo complejo
de una mujer,
que ni siquiera
se ha ido,
sino que sólo
nos há dejado marchar.

En realidad
no nos há entendido.
Nos gusta que nos digan,
como a los niños solitarios:
“No te vayas. Quédate aún.
Es todavía tan temprano...”

Eso hace tan importante
nuestros besos,
que no cae víctima
de su propia importancia.
Uno es así cuando está solo.
Copado de sí hasta los bordes.

Uno necesita que alguien
de verdad lo necesite,
y como nadie lo llama,
para que uno no se vaya,
entonces uno se perde
en el fondo de una mujer,
que luego también se marcha,
creyendo que nos hemos aburrido
de besar sus lábios y mirar su alma.

Es todo tan complejo
que, a veces, pienso
con envidia
en los enamorados sencillos,
que unidos por las manos
y los labios,
no conocen aún
la soledad del cuerpo.

Uno se perde,
a veces,
en el fondo
de una mujer,
que luego se va,
cuando uno se ha ido.

Y ya no nos volvemos
a encontrar.

Porque uno se queda
solo consigo,
para siempre,
el gran estafado,
que debe beber coñac
y estar muy triste,
para cumplir
su ronca tarea
de vivir.

 

VIUDO DE MUNDO

Companeros míos,
yo cumplo mi papel
luchando
con lo mejor que tengo.
Qué lástima que que tuviera
vida tan pequena,
para tragédia tan grande
y para tanto trabajo.

No me apenas dejaros.
Con vosotros queda mi esperanza.

Sabéis,
me hubiera gustado
llegar hasta el final
de todos estos ejetreos
con vosotros,
en meio de júbilo
tan alto. Lo imagino
y no quisiera marcharme.
Pero lo sé, oscuramente
me lo dice la sangre
con su tímida avoz,
que muy pronto
quedaré viudo de mundo. 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda

 

O SABOR DO SAL

Em mim
está morrendo
esta tarde
tua espalda,
minha triste
fugitiva.
Nunca como agora
se apaga
em meus olhos
a onda de teu rosto.
Nunca como agora
vamos virando,
tu fugindo
de minha boca,
minha boca fugindo
de tua espalda,
aproximando-nos
da cinza
do último beijo.
Agora eu já sei,
amor meu.
O primeiro beijo é doce
e tem um tremor celeste.
O último é cinzento
e tem um sabor tão salgado,
que nunca como agora
vai me doer
estar sozinho,
assistindo
a morte
de tua espalda tão bela.


O GRANDE USURPADO

A gente se perde,
às vezes,
no fundo
de uma mulher
e não volta
a encontrar-se
jamais.

A gente vai embora
pelo mundo
incompleto de si,
completo apenas
de seu silêncio.

Às vezes
em um bar
tomando conhaque
e ouvindo

tristes blues,
aproxima-se alguém
que relembra
aquela mulher
em que nos
perdemos.
E sua companhia
nos deixa ainda mais sós
do que nunca.

A gente bene
o conhaque
e logo se vai.
Sem que ninguém
entenda.
Porque se vai
sorrindo.
Se pelo menos
estivesse trisse.
Se sofresse
pelo menos,
se murmurasse.

A gente se vai
pela porta dos fundos,
porque que se considera
o grande usurpado,
quando em verdade
apenas se perdeu
no fundo complicado
de uma mulher,
que nem
se foi,
senão que apenas
nos deixou sair.

Na realidade
não nos entendeu.
Queremos que nos digam,
como aos meninos solitários:
“Não vá embora. Fica um pouco.
É ainda muito cedo...”

Isso torna tão importante
nossos beijos,
que a gente vira uma vítima
de sua própria importância.
A gente é assim quando está só.
Cheio de si até os limites.

A gente necessita que alguém
de verdade o queira
e como ninguém o procura,
para que a gente não se vá,
então a gente se perde
no fundo de uma mulher,
que logo também se vai,
crendo que estamos cansados
de beijar seus lábios e olhar sua alma.

É tudo tão complicado
que, às vezes, penso
com inveja
dos enamorados simples,
que de mãos dadas
e os lábios,
não conhecem ainda
a solidão do corpo.

A gente se perde,
às vezes,
no fundo
de uma mulher,
que logo se vai,
quando a gente se foi.

E já não voltamos
a nos encontrar.

Porque a gente fica
sozinho consigo mesmo,
para sempre,
o grande usurpado,
que deve beber conhaque,
e estar muito triste,
para cumprir
seu dever ronco
de viver.


          VIUVO DE MUNDO

          Companheiros meus,
          eu compro meu papel
          lutando
          com o melhor que possa.
          Que lástima que tivesse
          vida tão pequena,
          para tragédia tão grande
          e para tanto trabalho.

          Não me importa deixar-vos.
          Sabeis,
          gostaria de ter chegado
          até o fim
          de todas essas atividades
          com vos,
          em meio ao júbilo
          tão grande. Eu imagino
          e não gostaria de partir.
          Mas eu sei, obscuramente
          me revela o sangue
          com sua tímida voz,
          que em breve
          ficarei viúvo de mundo.

 

Página publicada em outubro de 2015.


 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar