Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

POESIA ESPANHOLA
Coordenação de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Universidad Complutense de Madrid

 

Foto: https://zonaretiro.com/  

 

ESPERANZA LOPEZ PARADA

Esperanza López Parada (Madrid, 1962) es una poetisa española.
Tras su tesis doctoral Bestiarios americanos : la tradición animalística en el cuento hispanoamericano contemporáneo dirigida por Juana Martínez Gómez y premio extraordinario de tesis doctoral, completó en la Academia de España en Roma su formación.

En la actualidad es profesora titular de literatura hispanoamericana en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerce la crítica literaria en el Suplemento Cultural Babelia.

Obra poética:

Como fruto de fronteras (Arnao, 1984); Género de medallas, en colaboración con Ramón Cote (El Crotalón, 1985); Los tres días (Pre-Textos, 1993); El encargo (Pre-Textos, 2001); La rama rota (Pre-Textos, 2006).
Fuente de la biografía: es.wikipedia.org

 

 

TEXTOS EN ESPAÑOL  -   TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: ANTONIO MIRANDA

 

         [Hay secretos...]

Hay secretos que no se cuentan.
La palabra no es ojo y menos es mano
ni cuello ni nave alta que transporte
hombres. La palabra no cosecha,
no cruza ríos ni desemboca en ellos.
La palabra es como un mantel de flores
en desvaído tergal de otra época,
un mantel viejo y sin apenas apresto
que a diario se saque y luego se pliegue,
que se use al almuerzo y cuyo trabajo
resulta mejor si en nada destaca,
si no se nota que está sobre la mesa,
todo extendido y cubierto de dones,
fruta, pan, carne. Una frágil membrana
entre el mundo y el mundo.

        

        [Existem segredos...]

Existem segredos que não se contam.
A palavra não é olho y tampouco é mão
nem pescoço nem nave alta que transporte
homens. A palavra não colhe,
não cruza rios nem desemboca neles.
A palavra é como uma toalha de flores
em desvanecido tergal de outra época,
uma toalha velha e sem nenhum preparo
que diariamente se tire e depois dobre,
que se use no almoço e cujo trabalho
resulta melhor se em nada se destaque,
se não se nota que está sobre a mesa,
todo estendido e coberto de dons,
fruta, pão, carne. Uma frágil membrana
entre o mundo e o mundo.

 

       [Una y otra vez...]

Una y otra vez sobre página cieno
las palabras se extraen como carbones
costosos, se juntan las letras como
carros, piezas de horizonte que porten
una riqueza sentida. Ahora no se hace
así, pero antes las madres  enseñaban
a ler, abrían la vida y su despojo,
amaban la banda de carga en la rueda
y reunían los hilos de dos significados,
ellas llevaban hacia lo alto la poderosa
sintaxis de la cueva, conocían las líneas
ralas donde se mezclan con el cielo.

 

 

        [Uma e outra vez...]

Uma e outra vez lodo na página
as palavras se extraem como carvões
caros, juntam-se as letras como
carros, peças de horizonte que portem
uma riqueza sentida. Agora não se faz
assim, mas antes as mães  ensinavam
a ler, abriam a vida e seu despojo,
amavam a banda de carga na roda
e reuniam os fios de dois significados,
elas levava para o alto a poderosa
sintaxe de la caverna, conheciam as linhas
rasas onde se mesclam com o céu.

 

 

[Entre el relámpago...]

 

Entre el relámpago y la caverna se mueve la tortuga,
andarina del centímetro, corredora de la huella breve,
su jaula es su pureza. El que mira una tortuga mira
una beleza insobornable, mira una geología pura
que desistió una vez de serlo, algo a un paso escaso
de su propio polvo, algo que aquí se vino al suelo
para cerrarse. Tiesa disecada de lo más insistente,
la tortuga no muere jamás, acaso se transforma,
cocinada en su concha de ojos, célula de pedernal
que avanza. Solamente el niño, que insiste en darle
vuelta, alcanza a desesperarla, alcanza a enfadar
ese trozo cauterizado de vida, esa estática manera,
manera arraigada, manera pétrea, de no morirse.

 

 

[Entre o relâmpago...]

Entre el relâmpago e a caverna a tartaruga se move,
andarilha do centímetro, corredora de rastro breve,
sua jaula é sua pureza. Quem mira uma tartaruga mira
uma beleza insubornável, mira uma geologia pura
que desistiu uma vez de sê-lo, algo a um passo escasso
de sus própria poeira, algo que aqui veio para o solo
para encerrar-se. Tesa dissecada do mais insistente,
a tartaruga não morre jamais, acaso se transforma,
cozida em sua concha de olhos, célula de pederneira
que avança. Apenas o menino, que insiste em dar-lhe
a volta, alcança desesperá-la, consegue enfadar
esse troço cauterizado de vida, essa estática maneira,
maneira arraigada, maneira pétrea, de não morrer.

 

 

Página publicada em abril de 2020

 

 


 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar