POESÍA  ESPAÑOLA 
                                                                                  Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
                                                                                  Universidad Complutense de Madrid
                                                                                 
                                                                                
                                                                                CRISTINA MORANO
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                 
                    (Madrid, 1967):  Escritora y diseñadora gráfica actualmente afincada en Murcia,
donde trabaja en la agencia Tropa. Su último poemário, El ritual de lo habitual, ha sido publicado  por la Editorial Amargord dentro de la Colección Candela. Anteriores fueron,  entre otros, los libros La insolencia (Madrid, Universidad Popular José Hierro, 2001); El  arte de agarrarse (Ed.  La Bella Varsovia, Córdoba -con prólogos de Julia Otxoa y Pablo Gª Casado-) y  el artículo sobre las mujeres de Cartagena de la serie "Radiografía de la mujer  española" para la revista Yodona. En breve, y si la crisis lo permite, también saldrá al  mercado Mirando al este, en Bartleby Ediciones. Su obra forma parte de antologías  como Cárcel  de amor, proyecto audiovisual (MNCA  Reina Sofía 2007) y La manera de recogerse el pelo. Generación blogger, (David González  Ed. Madrid, Bartleby Ediciones 2010). Participa en los blogs Poetas  en la red, Revista  Hache y Generación blogger y ha creado el suyo propio: cristinamorano.blogspot.com o la morano, donde combina textos con poemas visuales. 
                                                                                 
                                                                                TEXTOS EN ESPAÑOL – TEXTOS EM  PORTUGUÊS
                                                                                 
                                                                                
                                                                                DISIDENTES -  ANTOLOGÍA DE POETAS CRÍTICOS ESPAÑOLES (1990-2014)  Selección  y edición de Alberto García-Teresa.   Madrid: La Oveja Roja, 2015.  449  p.  13,5x21,5 cm.  ISBN 978-84-16227-04-4  Ex. bibl. Antonio Miranda
                                                                                 
                                                                                LA HERENCIA
                                                                                 
                                                                                A  Tomasa Meco, in memoriam
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                Mi madre me enseñó a bordar:
                                                                                el dedal en el dedo corazón, 
                                                                                usar el hilo en hebras cortas, 
                                                                                me enseñó a hacer vainica doble 
                                                                                y a ordenar la vajilla de porcelana:
                                                                                primero las bandejas, 
                                                                                después los platos y las copas. 
                                                                                Mi abuela me enseñó a planchar:
                                                                                el pañuelo de niño se plegaba 
                                                                                en un triángulo, como el de soltera, 
                                                                                sólo el de caballero se plegaba 
                                                                                en forma de rectángulo.
                                                                                 
                    —Entonces eres hija de una buena familia.
                                                                                —No, soy la hija de las criadas.
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                SEÑORAS
                                                                                 
                                                                                Por las mañanas acostumbro
                                                                                a pasar por la cafetería,
                                                                                me tomo dos cafés -uno contra mi espalda-
                                                                                entre las limpiadoras que se duermen
                                                                                sobre su propio desayuno.
                                                                                 
                                                                                Al otro lado de la barra
                                                                                conversan las señoras,
                                                                                las dueñas de las tiendas de mi barrio;
                                                                                se llaman por teléfono,
                                                                                son admiradas por ejecutivos,
                                                                                hacen planes para pintarse las uñas.
                                                                                Sus ojos no contienen desamparo,
                                                                                sus cerebros no se deshacen
                                                                                enhebrando palabras, ni átomos, ni perlas.
                                                                                Las sigo y compro el Marie Claire,
                                                                                las imitio, fijo que soy respetable
                                                                                en la cola del supermercado.
 
                                                                                 
                                                                                TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                                                                                Tradução de Antonio Miranda
                                                                                 
                                                                                        A HERANÇA
                                                                                                A Tomasa Meco, in memorian
                                                                                 
                                                                                
                                                                                  Minha  mãe ensinou-me a bordar:
                                                                                    o  dedal no dedo coração,
                                                                                    usar  o fio em fibras curtas,
                                                                                    ensinou-me  a fazer efeito duplo
                                                                                    e  a ordenar a vasilha de porcelana:
                                                                                    primeiro  as bandejas,
                                                                                    depois  os pratos e as taças.
                                                                                    Minha  avó me ensinou a passar roupa:
                                                                                    o  lenço de criança se dobrava
                                                                                    em  um triângulo, como o de solteira, 
                                                                                    apenas  o de senhor se dobrava
                                                                                    em  forma retangular.
                                                                                  — Então és filha de uma boa família.
                                                                                    —  Não, sou a filha das criadas.
                                                                                                          (De La insolencia(2001))
                                                                                    
                                                                                    
                                                                                    SENHORAS 
                                                                                  Pelas manhãs acostumo
                                                                                    a  passar pela cafeteria,
                                                                                    tomo  duas taças de café — uma contra a espalda—
                                                                                    entre  as serventes que dormem
                                                                                    sobre  seu próprio café da manhã.
                                                                                   Do outro lado da barra
                                                                                    conversam  as senhoras,
                                                                                    as  donas das lojas de meu bairro;
                                                                                    chamam  entre si pelo telefone,
                                                                                    são  admiradas pelos executivos,
                                                                                    fazem  planos para pintar as unhas.
                                                                                    Seus  olhos não têm desamparo,
                                                                                    seus  cérebros não se desfazem
                                                                                    enfiando  palavras, nem átomos, nem pérolas.
                                                                                    Sigo-as  e compro o Marie Claire,
                                                                                    imito-as,  finjo que sou respeitável
                                                                                    na  fila do supermercado.
                                                                                
                                                                                                          (De El arte de agarrarse (2009))
                                                                                 
                                                                                Página  publicada em abril de 2017