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Foto: http://www.adnradio.cl

 

MIGUEL ARTECHE

 

Miguel Arteche Salinas (nacido Miguel Salinas Arteche; Nueva Imperial, 4 de junio de 1926 ... Ingresó a la carrera de derecho en la Universidad de Chile (1945-1946), y literatura española en la Universidad de Madrid desde 1951 hasta 1953.

En 1947, publicó su primer volumen de poemas, "La invitación al olvido". Publicó, antes de partir a Europa, "Oda fúnebre" (1948), "Una nube" (1949), "El sur dormido" (1950) y "Cantata del desterrado" (1951). En Madrid publicaría "Solitario mira hacia la ausencia".

 

De vuelta a Chile publicó "Otro continente" (1957), "Quince poemas" (1961), "Destierros y tinieblas" (1963) y el volumen antológico que reúne sus tres obras anteriores: "De la ausencia a la noche" (1965). En 1964 comienza su obra como narrador; publicó "La otra orilla". Le seguirán "El Cristo hueco" en 1969, "La disparatada vida de Félix Palissa" de 1971 y "El alfil negro" de 1992.

Miguel Arteche ganhou o Prêmio Nacional de Literatura do Chile em 1996.

 

TEXTOS EN ESPAÑOL  - TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

       GOLF

El gallo trae la espina.
La espina trae el ladrón.
El ladrón la bofetada.
Hora de sexta en el sol.

 

el caballero hipnotiza
una pelota de golf.

 

Tiembla el huerto con la espada.
A sangre tienen sabor
las aguas que da el olivo.
El gallo otra vez cantó.

 

el caballero golpea
una pelota de golf.

 

Traen túnica de grana.
Visten de azote el perdón.

el salivazo corroe

del uno al tres del amor.

el caballero que corre tras
la pelota de golf.

 

Duda el clavo y el vinagre,
y duda el procurador,
y a las tinieblas se llevan
huesos desiertos de Dios.

 

Y el caballero recoge
una pelota de golf.

Negro volumen de hieles.
La lluvia del estertor.
Ojos vacíos de esponja
negra para su voz.
Relámpago que el costado
penetró.

Cordillera del martillo
que clavó.

Vestiduras divididas
por el puño, del temblor.

 

Se arrodilló el caballero
por su pelota de golf.

 

 

        EL AGUA

A medianoche desperté.
Toda la casa navegaba.
Era la lluvia con la lluvia
de la postrera madrugada.

Toda la casa era silencio,
y eran silencio las montañas
de aquella noche. No se oía
sino caer el agua.

Me vi despierto a medianoche
buscando a tientas la ventana;
pero en la casa y sobre el mundo
no había hermanos, madre, nada.

Y hacia el espacio oscuro y frío
y frío el barco caminaba
conmigo. ¿ Quién movía
todas las velas solitarias ?

Nadie me dijo que saliera.
Nadie me dijo que me entrara,
y adentro, adentro de mí mismo
me retiré : toda la casa

me vio en el tiempo que yo fui,
y en el seré la vi lejana,
y ya no pude reclinar
mi juventud sobre la almohada.

A medianoche me busqué
mientras la casa navegaba.
Y sobre el mundo no se oyó
sino caer el agua.

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: ANTONIO MIRANDA

 

GOLF       

        À meia-noite despertei.
A casa inteira navegava.
Era a chuva com a chuva
da tardia madrugada.

         Toda a casa em silêncio,
e silêncio nas montanhas
naquela noite. Não se ouvia
mais que o cair da água.

         Estava acordado à meia-noite
buscando às apalpadelas a janela :
mas na casa e sobre o mundo
não havia irmãos, mãe, ninguém.

         E o espaço estava escuro e frio
e frio o barco caminhava
comigo.  Que movia
aquelas velas solitárias?

         Ninguém me pediu para sair.
Ninguém me disse para entrar,
e lá dentro, dentro de mim mesma
me retirei: toda a casa

         E me viu no tempo que eu fui,
e nele serei, a vi distante,
e já não posso reclinar
minha juventude sobre a almofada.

         À meia-noite eu me busquei
enquanto a casas navegava.
E sobre o mundo não se ouviu
senão a água caindo.

 

A ÁGUA


À meia-noite despertei.
A casa inteira navegava.
Era a chuva com a chuva
da tardia madrugada.

Toda a casa em silêncio,
e silêncio nas montanhas
naquela noite. Não se ouvia
mais que o cair da água.

Estava acordado à meia-noite
buscando às apalpadelas a janela :
mas na casa e sobre o mundo
não havia irmãos, mãe, ninguém.

E o espaço estava escuro e frio
e frio o barco caminhava
comigo.  Que movia
aquelas velas solitárias?

Ninguém me pediu para sair.
Ninguém me disse para entrar,
e lá dentro, dentro de mim mesma
me retirei: toda a casa

E me viu no tempo que eu fui,
e nele serei, a vi distante,
e já não posso reclinar
minha juventude sobre a almofada.

 À meia-noite eu me busquei
enquanto a casas navegava.
E sobre o mundo não se ouviu
senão a água caindo.

 

 

Página publicada em dezembro de 2018


 

 

 
 
 
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