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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


LUCIANA MELLADO

LUCIANA MELLADO

Nació en Capital Federal, en 1975. Vive en Comodoro Rivadavia. Profesora y Licenciada en Letras por la UNP. Cursó la Maestría en Literaturas Latinoamericana y Española en la UBA. Docente e investigadora universitaria. Fue expositora en congresos, jornadas y foros de literatura, nacionales e internacionales. Coordinó talleres de escritura para niños y adultos. Colabora con textos de crítica literaria y cultural en revistas académicas arbitradas de universidades de Argentina, Chile y Nueva Zelanda.

 Recibió el Premio Academia Argentina de Letras y obtuvo becas de la Agencia Española de Cooperación Internacional y del Fondo Nacional de las Artes. Participó en antologías y publicaciones literarias de Argentina, México y Estados Unidos. Directora de la plaqueta de poesía Peces del desierto. Publicó Las niñas del espejo y Crujir el habla.


TEXTOS EN ESPAÑOL   /    TEXTOS EM PORTUGUÊS

De
CRUJIR EL HABLA
Buenos Aires: Botella al Mar, 2006

GESTO

 

Ese gesto me asusta por lo humano

por complejo de rostro y la cesura.

La distracción mejor no tiene lujos

cuando viene como hoy de otros escombros

pero la intimidad que te intimida es tuya

y no hay trampa ni celo que la guarde.

 

El peligro quizás está en lo frágil

piedras pequeñas que parecen astros

ramas torcidas que ilustran las alianzas

vasos de agua que interpelan nuestra sed

paisajes de belleza aglomerada.

 


 

ESPEJISMO

 

Hay delirios tan intensos como el trajinar

de un sonámbulo obsesivo

que se busca los ojos en el rostro.

También los hay sinuosos

de esos que se tocan a sí mismos

como si fueran otros

y extravían las cartas

que ya estaban perdidas.

El de hoy espejea en la estridencia

de un tren próximo cargado de rehenes

sin memoria

a plena luz del día cosechados.

 

 

 

PULSO OTOÑAL

Cuando el otoño tiembla en la semilla
y el amor desborda cada trillo

te atraviesa el costado un niño errante

que camina hacia el sol / al mediodía.

 

Mariposa de fuego / sueño leve

la cicatriz de tu piel no tiene urgencias.

 

 

A FORTIORI

 

Saliva-me/ saliva-te

sin cosecha y plagado de semillas

 

ardor sin llamas / ardor humedecido.

 

INCLINACIONES DEL HABLA  1

 

Cuánto me gustaba esa destreza que tenías

para arrojar palabras por la boca entreabierta,

chiflando entre los dientes y cansado

como un inmortal cuando despierta.

 

Cuánto me gustaban los indicios en tu cuerpo

cuando afilabas el lenguaje y lo lanzabas

como microbio o como hacha arrojada / al aire

sin darte vuelta a ver la sangre

del herido, el infectado.

 

Cuánto me gustaba la estridencia de tus manos

cuando escribían sobre la infancia y la belleza

como los santos o los mudos

que huelen a rosas.

 

 

 

  Hiedra

 

  Hiedra trepidante y sola que trenza / lo inefable em cada garra
  átame severa y compasiva / em esta cauta noche de rebaños.

  El hierático modo de tu abrazo / lo festejo en la noche de este
                                                                                   sueño
  hincándome el ansia, el apetito / la codicia silente de parir

  una isla recortada / todo un archipiélago
  donde las naves siempre trunquen las mareas
  y las aves regurgiten las jergas de Babel todas mezcladas.

  Bélica y cautiva. Hiedra, sé mi madre.
  Enséñame el mejor modo de enlazarme a mí misma.

  

 

  La primera pátria

 
Hoy recuerdo el mejor lugar
  en la sombra de la infancia.

  Las hojas de esos árboles son las mejores
  albergan toros luminosos
  que la tormenta no ensombrece.
 

 

 

  Ventura del asombro

                   
A Andy, toda vez.

  
Soplo del amor que organiza el mundo.
  Aquí estás em la noche descosida,
  tiritando-e, entrañable.
  Niño, garras de león,
  camélido que paladea el ocaso.
  Plural.
 

 

 
  Itinerario


  Esta tarde temprana de emociones
  fermenta la confianza de la sangre
  la agitación, los tropeles
  maravillas.

  El deseo se azuza / es azuzado
  por urdiembres inocentes y bestiales
  el cuero hereje de tu entrepierna.

  Hoy todo lo demás es intermédio
  equidistantes puntos de una fuga
  la ruta inverossímil de un poblado que nadie mira
  cuando lo atraviesa
  ligeiramente seguro y sugestivo.
 

 

 

  Límites de la retórica

 
Era grandioso su mejor discípulo.
  ¡Cómo barajaba paradojas,
  el caos del orden invertido!
  Pero no le alcanzó su virtuosismo
  ni el vuelo de su poesía
  para ayudar al maestro
  cuando cayó de precipicio
  angel desdentado
  en la terquedad del suelo,
  mundo mudo.
 

 

 

  Lúdica

 
Después del puente no hay nadie
  ni errancia n templo ni humedad.
  Antes del puente hay fragmentos,
  rayuelas tiranas que te obligan
  a recorrer el mundo en una pata
  hacia la meta entrecortada 
 
fracasos e insistencias.

 

 

 

 

 

De

LAS NIÑAS DEL ESPEJO
Buenos Aires: Botella al Mar, 2006

 

SANGRE

 

La niña sangra y en hembra la transforman

y el juego se suspende sin pausa y sin aviso.

Despiertan sed sus nuevas humedades

y la arena es barro en sus manos aún torpes.

 

Los perros domésticos hociquean su sexo

intolerantes al disimulo de una sangre

que cambiará de color en cada parto.

 

Los ojos de la niña se espesaron

ya no ve ramos de transparencias en el aire.

 

MANDATO

 

Vas a parir muertos.

Vas a parir esclavos.

Arrancadas de cuajo las raíces

buscarás la luz del podio

y te despreciarás

y despreciada

seguirás juntando flores,

semillas de la pupila ajena.

 

 

EL SABOR DE LAS FRUTAS

 

Una palabra hubiese bastado para desnudamos

pero regurgitamos raíces secas

sonidos de metal oxidado

pura infecundidad.

 

Buscamos ciegos alguna irradiación humana

pieles porosas de un incesto primero

capullos de humedad, huesos leales

puro consuelo.

 

No entendimos el sabor de las frutas.

 

 

 

LA TRAICIÓN Y SU APELLIDO (PRIMERA VERSIÓN)

 

Concibe un niño, un hombre, una violencia.

Seca el sol su piel, sus coyunturas

y se marchita el rubor enrojecido

de esa boca huérfana de besos.

 

No la reclama ninguna fundación

no tiene herencia detrás de los sudores.

La sedición primera de su goce es un dolor

agudo, terrestre, acampanado.

 

No trama su voz ningún relato

está plena de ausencia.

Divinizada por los ciegos

en un altar un simbolismo:

insultan en su nombre su apellido.

 

 

CRONOLÓGICA

 

Demasiado mediodía ajeno hay en este rectangular calendario

Una cosecha solar de efemérides legadas

anegaciones de estrépitos triunfantes, sin victoria.

Demasiada muerte hay en los muertos de la patria

confundidos con la sal imperial de una tierra lejana

confundidos con la humedad mineral del sepulcro materno.

 

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda

 

De
CRUJIR EL HABLA
Buenos Aires: Botella al Mar, 2006


GESTO


Esse gesto me assusta por humano
por complexo de rosto e a cesura.
A melhor distração não tem luxos
quando vem como hoje outros escombros
mas a intimidade que te intimida é tua
e não truque nem ciúme que a guarde.

O perigo quiçá está no frágil
pequenas pedras que parecem astros
ramos torcidos que ilustram as alianças
vasos de agua que interpelam nossa sede
paisagens de beleza condensada.


ESPELHISMO

Há delírios tão intensos como o afadigar-se
de um sonámbulo obsessivo
que busca os olhos no rosto.
Também há-os sinuosos
desse que tocam a si mesmos
como se outros fossem
e extraviam as cartas
que já estavam perdidas.
O de hoje espelha na estridencia
de um trem próximo carregado de refens
sem memoria
recolhidos em plena luz do dia.

 

PULSO OUTONAL

Quando o outono treme na semente
e o amor transborda cada trilho
te atravessa a espalda um menino errante
que vai na direção do sol / sonho leve
a cicatriz de tua pele não tem urgências..

 

A FORTIORI

Saliva-me, saliva-te
sem colheita e plena de sementes

Ardor sem chamas / ardor umedecido.

 

INCLINAÇÕES DA FALA

Como me agradava essa destreza tua
para lançar palavras pela boca entreaberta,
enlouquecendo entre os dentes e cansado
como um imortal quando desperta.

Como me agradavam os indícios em teu corpo
quando afilavas a linguagem e a lançavas
como micróbio ou como machado lançado
sem voltear a ver o sangue
do ferido, o infectado

Como eu gostava da estridência de tuas mãos
quando escreviam sobre a infância e a beleza
como os santos ou os mudos
que cheiram a rosas.

 

De

LAS NIÑAS DEL ESPEJO
Buenos Aires: Botella al Mar, 2006

SANGUE

A menina sangra e em fêmea a transformaram
e o jogo se suspende sem pausa e sem aviso.
Provocam sede suas novas umidades
e a areia é barro em suas mãos ainda rudes.

Os cães domésticos farejam sem sexo
intolerantes ao dissimulo do sangue
que mudará de cor em cada parto.

Os olhos da menina se espessaram
já não vê vamos de transparências no ar.


MANDATO

Vais parir mortos.
Vais parir escravos.
Arrancadas pela raiz
buscarás a luz do pódio
e te desdenharás
seguirás juntando flores,
sementes da pupila alheia.


O SABOR DAS FRUTAS

Uma palavra seria suficiente para despir-nos
mas regurgitamos raízes secas
sons de metal oxidado
pura infecundidade.

Cegos buscamos alguma irradiação humana
peles  porosas de um primeiro incesto
capulhos de umidade, ossos leais
puro consolo.

Não entendemos o sabor das frutas.

 

A TRAIÇÃO E SEU SOBRENOME (PRIMEIRA VERSÃO)

Concebe um menino, um homem, uma violência.
Seca o sol sua pele, suas conjunturas
e murcha o rubor avermelhado
dessa boca órfã de beijos.

Não a cogita nenhuma fundação
não tem herança detrás de seus suores.
A sedição primeira de seu gozo é uma dor
aguda, terrestre, de campanário.

Não trama sua voz nenhum relato
esta plena de ausência.
Divinizada pelos cegos
em altar de simbolismo;
insultam em seu nome seu sobrenome.

 

CRONOLÓGICA

Demasiado meio-dia alheio há neste calendário retangular.
Uma colheita solar de efemérides legadas
inundações de estrépitos triunfantes, sem vitória.
Demasiada morte há nos mortos da pátria
confundidos com o sal imperial de uma terra distante
confundidos com a umidade mineral do sepulcro materno.

 

 

 

  Hera

 
Hera trepidante e só que trança / o inefável em cada garra
  ata-me severa e compasiva / nesta cautelosa noite de rebanhos.

  O modo hierático de teu abraço / o festejo da noite deste sonho
  fincando-me a ânsia, o apetite / a cobiça silente de parir


  uma ilha recortada / um arquipélago inteiro

  onde as naves sempre truncam as marés
  e as aves regurgitam as algaravias com os jargões de Babel todas
                                                                                  mescladas.
  Bélica e cativa. Hera, seja minha mãe.
  Ensina-me a melhor maneira de enlaçar-me comigo mesma. 
 

 

 

  A primeira pátria

 
Hoje me lembro do melhor lugar
  na sombra da infância.

  As folhas dessas árvores são as melhores
  abrigam touros luminosos
  que a tormenta não ensombrece.


  Ventura do assombro

             A Andy, toda vez

  Sopro do amor que organiza o mundo.
  Aqui estás na noite descosida,
  tremendo-me, entranhável.
  Menino garras de leão,
  camelídeo que saboreia o ocaso.
  Plural.

 

 

  Itinerário

 

  Esta tarde adiantada de emoções
  fermenta a confiança do sangue
  a agitação, os tropéis

  Maravilhas.

  O desejo incita / é estimulado
  por tramas inocentes e bestiais
  que ensaiam tua boca, as pestanas
  o couro herege de tuas entrepernas.

  Hoje tudo o mais é intermediário
  equidistantes pontos de uma fuga
  a rota inacreditável de um povoado que ninguém olha
  quando o atravesso
  ligeiramente seguro e sugestivo.
 

 

 

  Limites da retórica
 

  Era grandioso o se melhor discípulo
  Como embaralhava paradoxos,
  o caos da ordem invertido!
  Mas não alcançou seu virtuosismo
  nem o voo de sua poesia
  para ajudar o mestre
  quando caiu no precipício
  cujo desdentado
  emperramento do chão,
  mundo mudo.
 

 

 

  Lúdica

 
Depois da ponte não vem ninguém
  nem errância nem tempo nem umidade
  Antes da ponte existem fragmentos,
  amarelinhas tiranas que te obrigam
  a recorrer o mundo em um pé
  até a meta entrecortada
  de fracassos e insistências.

 

Página publicada em maio de 2009, ampliada e republicada em junho de 2014. Página ampliada em junho de 2021

 


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